De los bares de Sabugo al Centro Niemeyer: un salto en el tiempo para custodiar la historia

Una buena manera de contemplar y de estudiar el legado de una ciudad es por su cancionero popular. En el caso de Avilés, esas piezas se interpretaban en los bares de los barrios de Sabugo, Rivero o El Carbayedo, y fueron construyendo, o constatando, el paso del tiempo. Sobre todo durante el siglo pasado. Todo ese legado ha sido recuperado y queda recogido en la zarzuela 'Carretera de Avilés', que llega este sábado al Centro Niemeyer en su segunda edición. Producida por Béznar Arias, el tenor avilesino Emilio Menéndez será el encargado de liderar un amplio elenco en el que también habrá agrupaciones populares del municipio. Y cómo el propio Emilio Menéndez explica en una entrevista en COPE Avilés, el hecho de interpretar las canciones de su casa supone "mucha responsabilidad". El tenor, que lleva desde 2004 recuperando el repertorio popular avilesino, ha explicado que su objetivo es respetar al máximo las interpretaciones originales para que "la gente se sienta cercana a nosotros". La propuesta busca conectar con la memoria colectiva, ya que las canciones evocan "vivencias y recuerdos". Además de la música, durante la representación se proyectarán imágenes de rostros populares del antiguo Avilés, un detalle que el año pasado llevó a que una asistente reconociera a su abuelo en pantalla. El repertorio incluye piezas que se habían ido perdiendo y que se cantaban a diario en los bares, por ejemplo, de El Carbayedo, como recuerda Menéndez: "Me acuerdo que las cantaba de crío. Canciones de los años 20 o 30. Habrá escenas como si estuvieses en la Tataguya o en el Reguero cantando". También sonarán melodías que sonaban en la calle Rivero, donde Menéndez pasaba sus días: "Hay canciones que se cantaban en Rivero, que hablan sobre la propia calle. Yo recuerdo estar en el bar de mis padres y a mediodía o a la salida de los trabajos, la gente se arrancaba con una copla. Era una cosa muy bonita y muy familiar". Del barrio marinero de Sabugo salían las habituales habaneras que contaban hazañas en alta mar. El tenor ha recordado cómo la gente cantaba de forma espontánea en los bares. "Se perdió el cantar en los bares, en los chigres... esa esencia, esa cosa tan tan bonita, tan familiar", ha lamentado. Esta zarzuela intenta revivir ese ambiente, un esfuerzo que para Menéndez es un motivo de satisfacción: "Como avilesino, para mí es un verdadero honor y un orgullo mantener estas tradiciones".