Un agente de la Policía Local de Burgos, que se encontraba fuera de servicio, ha salvado la vida a un nonagenario que sufrió una parada cardiaca en plena calle. Los hechos, que han trascendido ahora, ocurrieron a finales de noviembre en el entorno del Parque Félix Rodríguez de la Fuente, cuando el policía observó a una persona tendida en el suelo junto a su acompañante. El agente, de nombre Pablo, acudió de inmediato a socorrer a la víctima, que inicialmente se encontraba inconsciente pero con constantes vitales. La situación se agravó de forma repentina cuando el hombre entró en parada cardiaca, momento en que el policía comenzó sin dilación las maniobras de masaje cardíaco o RCP, una acción que resultó ser crucial para su supervivencia. Desde el servicio de emergencias 112 se activaron tanto los servicios sanitarios como a varias patrullas de la Policía Local, ya que sus vehículos disponen de desfibriladores semiautomáticos (DESA). Varios agentes se desplazaron hasta el lugar, relevando a su compañero en las maniobras de reanimación, que ya se prolongaban entre cinco y siete minutos. Cabe destacar también la colaboración de dos jóvenes que, al presenciar los hechos, se ofrecieron a ayudar e incluso se desplazaron al Centro Cívico de Capiscol en busca de otro desfibrilador. Poco después, un equipo sanitario medicalizado se hizo cargo de la situación y trasladó a la víctima al Hospital Universitario de Burgos. Gracias a la ininterrumpida cadena de reanimación, el hombre llegó al centro hospitalario con las constantes vitales recuperadas, aunque todavía débiles. Días más tarde, la familia del nonagenario contactó con la Policía Local de Burgos para confirmar que ya se encontraba en su domicilio, recuperándose satisfactoriamente. Además, expresaron su profundo agradecimiento por la "extraordinaria labor realizada" tanto por el agente que actuó fuera de servicio como por el resto de oficiales que intervinieron en la emergencia.