David Ore es coruñés, de los de "de toda la vida". De profesión, ingeniero. Durante mucho tiempo se dedicó a consultoría de medio ambiente, calidad y procesos. Por circunstancias de la vida, en un momento dado decidió cambiar asesorar por crear. Y tiró de una de sus pasiones: el rol y los juegos de mesa, para dar vida a una idea que llevaba años rondándole la cabeza. “Como estaba muy metidillo en el mundo de los juegos de mesa", afirma. Y, en concreto, uno dedicado al fútbol "divertido, travieso y para todas las edades" Fruto de esta nueva etapa nace su editorial, Ludice Games, y su primer proyecto, Freak Ball, que se ha materializado no en uno, sino en dos juegos distintos. “Hay uno en Freak Ball normal, que es el más grande, y como tuvimos problemas con plazos de ilustración y demás, tuve un tiempo extra en el que se me ocurrió una idea para hacer el pequeño”, explica Ore. Son juegos de fútbol, pero no se juegan con balón Lo hacen con cartas. Están diseñados para ser partidas de uno contra uno. El resultado ha sido un éxito inesperado, especialmente con la versión reducida: “En las ferias a las que vamos, chavales a partir de 8 en adelante están disfrutando un montón con él”. Freak Ball Mini está pensado para jugadores a partir de ocho años y se basa en partidas rápidas de media hora donde la psicología y la anticipación son clave. Su formato de un solo mazo de cartas lo hace perfecto para llevar y jugar en cualquier lugar. Por su parte, la versión grande de Freak Ball está diseñada para futboleros más exigentes y con más experiencia en juegos de mesa. Este formato avanzado permite una mayor profundidad estratégica. Según su creador, el juego “tiene fase en la que tú puedes cambiar de estrategia, ponerte un 4-4-2 a un 4-5-1”. Además, incluye cartas con toques de humor que sacarán una sonrisa a quienes han jugado al fútbol, como la posibilidad de “tirar tu espontáneo al campo si la jugada está yendo mal” o incluso intentar “comprar al árbitro”. Aunque la versión grande se recomienda para mayores de 14 años, Ore asegura que no hay límite de edad. “Hemos jugado partidos con gente mayor, incluso de tercera edad, que les cuesta un poco salir del Tute y la Brisca, pero después son superdivertidos también jugando, y los niños también, o sea, una pasada”. El pique y la emoción están garantizados en todas las edades, hasta el punto de que su creador bromea sobre la intensidad de las partidas. “Lo único que espero es no romper familias con él, pero desde luego va a tener emoción y pique, y lo estamos comprobando en todas las ferias a las que vamos, exitazo”, afirma. Más allá del ocio, Freak Ball también tiene una faceta educativa. Para los más pequeños, a partir de seis años, Ore destaca la utilidad de la tanda de penaltis del juego. Explica que esta mecánica “le ayudará también a los niños a practicar sumas y restas, porque básicamente siempre va a ser 4 menos 1 o 4 menos 2”. De esta forma, aprenden las reglas básicas antes de pasar a los partidos completos. David Ore subraya cómo los juegos de mesa son una potente herramienta para el desarrollo. En las ferias donde presenta su proyecto, ha observado que “la utilidad y la practicidad de los niños que han sido educados con juegos de mesa como herramienta didáctica” es evidente. Destaca su capacidad para asimilar conceptos, su actitud colaborativa y sus ganas de compartir. Para crear un juego de mesa desde cero, la clave es probar mucho con amigos. Ore reconoce que su experiencia como jugador y su “mentalidad ingenieril” le han ayudado a estructurar las mecánicas del juego y anticipar las consecuencias de cada acción. La clave es probar mucho y tener amigos que sirvan como "conejillos de indias" para ir puliendo errores hasta dar con un resultado divertido. No hay una fórmula maestra, pero sí una combinación de experiencia, habilidades y planificación durante meses. Freak Ball no está todavía en tiendas físicas. Su lanzamiento se está gestionando a través de una campaña de crowdfunding en la plataforma Verkami. El proyecto ya ha alcanzado la financiación necesaria y este viernes es el último día para que los mecenas puedan sumarse y obtener recompensas, como cartas personalizadas con su caricatura, nombre y poder especial, ilustradas por David Fajardo. “A mucha gente le está encantando como regalo de Navidad”, comenta Ore. El lanzamiento coincide con un "boom superimportante" de los juegos de mesa, con títulos como Catan, Carcassonne o Aventureros al Tren. En este contexto, Freak Ball Mini se presenta como un producto local y una puerta de entrada perfecta para nuevos jugadores. La siguiente fase será la distribución física, y ya hay tiendas interesadas en el entorno de A Coruña.