Muertos, sentenciados y desaparecidos: el fatídico destino de los hijos de ‘Don Chelo’, consuegro de ‘El Mencho’

Seguir el camino del crimen organizado tiene un costo alto. Si bien para algunos la decisión de pertenecer a filas de alguna organización criminal ha sido voluntaria, muchos de los que ahora conforman la cuarta generación del narcotráfico en México nacieron, crecieron y no conocieron un entorno distinto, tal y como sucedió con algunos de los hijos de José Luis Gutiérrez Valencia, mejor conocido como Don Chelo. Originario de Cotija, Michoacán el también llamado Ojo de Vidrio dio sus primeros pasos criminales dentro del Cártel del Milenio, el cual controló algunas de las plazas y rutas más importantes para el trasiego de drogas en el estado. No obstante, y tras la fragmentación de la organización delictiva, Don Chelo encontró un nuevo lugar dentro del entonces naciente Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).Tal y como reportó MILENIO, a José Luis Gutiérrez Valencia se le encomendó el control de la plaza de Puerto Vallarta, sin embargo, con el paso del tiempo además de negocios terminó compartiendo un parentesco con Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder y fundador del cártel de las cuatro letras.En 2010 Don Chelo fue arrestado por personal de la Procuraduría General de Justicia de Jalisco en la misma plaza que operaba para el CJNG en posesión de un arsenal entre el que destacaron fusiles AK-47, AR-15, granadas, así como alrededor de 750 envoltorios transparentes de un polvo blanco con características similares a la cocaína. Dicha circunstancia, sumado a que se encontraba en compañía de dos menores de edad y a que ofreció 46 mil 260 pesos en efectivo a los agentes, lo llevaron a enfrentar cargos por corrupción de menores, portación de arma de fuego de uso exclusivo, delitos contra la salud y cohecho. La caída de Don Chelo y el asesinato de su hijo Don Chelo enfrentó su proceso judicial entre las paredes y los muros del Penal de Puente Grande en Jalisco, no obstante, incluso en prisión se benefició del alto rango que alcanzó dentro del cártel de las cuatro letras, pues instauró un autogobierno que quedó expuesto con un video que llegó a la redacción de MILENIO en 2017 donde se observa al capo en una fiesta al interior del centro penitenciario amenizada por los Buchones de Sinaloa. "Primeramente quiero decirles que estoy agradecido con mi compa Chelo, con mi compa Chava, con todo el equipo. Pa' toda la gente, la gente nueva, la Nueva Generación que nos brindaron su amistad [...] ¡Arriba la gente de Jalisco Nueva Generación, compa!", se le escucha mencionar a uno de los integrantes de la agrupación. Pese a la controversia que generó dicha grabación y los cargos que pesaban en su contra, en noviembre de 2017 un juez le dictó a Don Chelo sentencia absolutoria, lo único que necesitaba para recuperar su libertad. Diez días más tarde, su destino lo alcanzó.Durante los primeros días de diciembre de 2017 se registró un enfrentamiento armado entre civiles y personal de la Secretaría de Marina (Semar) en el rancho La Esperanza ubicado en Tonalá, Jalisco. El saldo de la confrontación fue de tres muertos: 2 civiles y un marino.Si bien autoridades confirmaron el deceso de José Luis Gutiérrez Valencia en dicho episodio, reportes recuperados por Telemundo apuntaron a que el segundo civil abatido fue uno de los mismos hijos de Don Chelo cuya identidad no fue revelada. De lo que años después se tuvo certeza fue que su legado criminal quedó en manos de su descendencia, quienes tampoco se salvaron de correr un destino igual de desafortunado. La desaparición de El ChavoDiversos reportes periodísticos refieren que, tras el asesinato de Don Chelo, el liderazgo de sus operaciones recayó en uno de sus hijos: Héctor Salvador Gutiérrez Ochoa. Sobre el también llamado Chavo se conoce poco. Únicamente trascendió que tenía 29 años y que ostentaba una fachada de ser un comerciante de sandías y verduras en Jalisco.No obstante, el 19 de diciembre de 2017 su rastro se esfumó en Real Cajititlán, Jalisco. La desaparición de El Chavo motivó una manifestación por parte de un grupo de civiles a las afueras de la delegación jalisciense de la Procuraduría General de la República (PGR).Con gritos y pancartas, los manifestantes no sólo exigían la aparición de Héctor Salvador Gutiérrez Ochoa, sino que también señalaron a elementos de la Secretaría de Marina (Semar) como los supuestos responsables de privar de la libertad de El Chavo. Hasta el momento en el que se escribe esta nota, el hijo de Don Chelo permanece desaparecido. La sentencia de El GuachoEl encargado de traspasar el vínculo de negocios y de haber conformado un parentesco entre los Oseguera y los Gutiérrez fue Cristian Fernando Gutiérrez Ochoa, El Guacho. Dicho hijo de Don Chelo fue identificado por autoridades mexicanas y estadounidenses como la pareja sentimental de Laisha Oseguera González, hija de El Mencho, fundador y líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La cercanía entre ambos clanes fue clave para sus negocios de trasiego de drogas y lavado de dinero pero también en el ámbito familiar. En 2021, tanto El Guacho como Laisha Oseguera fueron señalados como los autores materiales de la privación de la libertad de dos elementos de la Secretaría de Marina (Semar) ocurrida en Zapopan, Jalisco en represalia por la reaprehensión de Rosalinda González Valencia -esposa del Mencho-, según dieron cuenta reportes de Rubén Mosso para MILENIO. Aquella circunstancia desató una serie de presiones para arrestar a la pareja, lo que motivó que ambos huyeran a Estados Unidos con ayuda de El Mencho quien, de acuerdo con información del Departamento de Justicia, esparció el rumor de que había ordenado el asesinato de su yerno por deslealtad para evitar que siguieran su rastro. Al otro lado de la frontera, la pareja se instaló en una lujosa residencia en Riverside, California y, aunque apostaron por mantener un perfil discreto e incluso una identidad falsa, una serie de transacciones financieras sospechosas volvieron a poner a Cristian Fernando Gutiérrez Ochoa bajo el radar de las autoridades. El arresto de El Guacho se suscitó en noviembre de 2024 al ser acusado de cargos relacionados al tráfico internacional de drogas y lavado de dinero. Información obtenida por Angel Hernández para MILENIO refiere que, pese a los intentos por negociar con la fiscalía estadounidense y de haberse declarado culpable por blanqueamiento de activos, El Guacho fue sentenciado a pasar 11 años y 8 meses en prisión. Además de dicho proceso, el yerno de El Mencho continúa teniendo una orden de aprehensión vigente en México tanto por delincuencia organizada como por su presunta participación en el secuestro de los dos marinos en noviembre de 2021. El Señor de la TEntre los hijos de Don Chelo que siguieron sus pasos, existe uno cuyo paradero podría aún ubicarse en México. Se trata de José Luis Gutiérrez Ochoa, mejor conocido como El Tolín o El Señor de la T.Se presume que él fue el encargado de coordinar el legado criminal de su padre tras la desaparición de El Chavo, al menos hasta su arresto reportado por las autoridades en abril de 2018. En dicha ocasión, la Procuraduría General de la República (PGR) lo identificó como un operador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que había sido detenido en el residencial Gren Bay II en Bahía de Banderas, Nayarit. Al Señor de la T le aseguraron armas cortas, cartuchos útiles y alrededor de dos kilogramos de un polvo blanco con características similares al cristal. Información obtenida por Rubén Mosso para MILENIO refiere que el hijo de Don Chelo fue vinculado a proceso por delitos contra la salud y posesión de armas de uso exclusivo, no obstante, la información sobre su actual situación jurídica se desconoce.Pese a que ninguna autoridad ha notificado la liberación o ubicación de El Tolín, algunas de sus hazañas han sido plasmadas en 'narcocorridos' que han sido grabados y distribuidos en diversas plataformas de streaming."De muchos jefes podríamos hablar pero como el mío ninguno jamás, Chavo buen ejemplo, te espero carnal, sabes que te extraño y algún día te he de encontrar. El rojo de la perla me ha de respaldar [...] Le mando un saludo al compa Guacho mi carnal [...] Los siete rifando van con todo y para más, soy el hijo de Don Chelo pues Tolín me han de llamar", se escucha a lo largo de un tema estrenado por Banda Brava en febrero de 2019. La historia familiar de los Gutiérrez Ochoa conduce siempre a Don Chelo, no obstante, ante las autoridades mexicanas y estadounidenses, ser hijos de un alto mando del Cártel Jalisco Nueva Generación no los exime ni de la responsabilidad por sus propios actos, ni de un destino igual de desafortunado que el de su padre. ATJ