La Peste Negra fue una de las mayores tragedias de la historia humana. Entre 1347 y 1353, la enfermedad acabó con la vida de millones de personas y, en algunas regiones de Europa, eliminó hasta el 60 % de la población. Durante siglos, los historiadores y científicos han debatido cómo, cuándo y por qué esta pandemia alcanzó una magnitud tan devastadora. Un estudio reciente propone ahora un factor inesperado: las erupciones volcánicas.