«Mire hacia arriba». El arte tuvo la oportunidad de habitar el cielo de Vigo. El mandato aparece en lo alto de una grúa en el Barrio Do Cura, y cumple su cometido incluso antes de ser entendido. Quien lo lee, levanta la cabeza, se detiene unos segundos y rompe la inercia del paso apurado. No solo busca generar impacto visual, «es un mensaje y a la vez un gesto», especifica Marta Ochoa, miembro del colectivo de arquitectura y diseño Casantillón, que está detrás de este proyecto. El objetivo del equipo era hacer una intervención artística en un espacio cotidiano para reivindicar la pausa y el pensamiento. No es casualidad que el cartel luminoso se haya puesto en Vigo, ciudad que año tras año sorprende con los millones de LEDS que decoran la Navidad. «En el fondo hay una idea parecida entre ambas propuestas», sostiene Ochoa, invitan a vivir una experiencia colectiva. La Navidad es una época para conectar con la ciudad, disfrutar con los seres queridos y dejar las pantallas, «mirar hacia arriba».