Me dejé ir

1.- La isla de las tentaciones, esa versión 3.0 evolucionada de Gran Hermano, con chicos con más tableta y chicas con mini-vestidos de vértigo, no para de darnos lecciones de léxico y de búsqueda de nuevos significados que sirvan para expresar estados de ánimo elevados y metafísicos. El pasado martes, en la hoguera de las tentaciones (no me digan que el nombre no invita) una tal Marta, ante los explícitos fogosos arrumacos que se estaba dando con uno que pasaba por allí y que se veían en un ipad ante toda España, le decía a su pobre pareja: "Es que me dejé ir, Alfonso". No me digan que estos milenial no son imaginativos a la par que osados. En vez de asumir tu culpa judeocristiana como toca y reconocer que has puesto los cuernos a alguien, te has dejador ir. Sí señor, me descubro: qué razón tenía Darwin cuando descubrió que las nuevas generaciones seleccionan a los mejores elementos y mejoran la especie. La ciencia es muy sabia.