Cuando la ética conduce a la razón

¿Qué dirección toma la razón intelectual sin el acompañamiento de la ética? Correría el riesgo de transformarse en una mecánica operativa, centrada exclusivamente en la optimización de recursos y el cumplimiento de objetivos tangibles, relegando a un segundo plano el impacto real sobre el bienestar humano. Resulta necesario reflexionar sobre cómo el discernimiento ético actúa como una guía fundamental para equilibrar el rigor del intelecto, evitando que el conocimiento se limite a una acumulación de datos técnica y funcionalmente correctos, pero socialmente ciegos.