Ininteligible

Se ha muerto Robe. Lo sabe todo el mundo. Yo también creía saberlo, pero solo me había enterado. He comenzado a comprenderlo días después, cuando en el reposo del sábado, escuché el álbum Destrozares: canciones para el fin de los tiempos. O luego, viendo la rueda de prensa que ofrecieron para presentar ese mismo disco. Le preguntaban qué significaba el título y a qué se debía aquello de las canciones para el fin de los tiempos, qué mensaje oculto pretendían transmitir esas siete palabras juntas. Él respondió que no tenía ni idea, que, en todo caso, habría que ponerse el tema primero para entenderlo. Así somos, obviamos lo esencial y preguntamos por lo obvio. Qué respuesta esperaría aquella alma cándida. Qué respuesta de Robe, para ser más exactos. Lo mismo era becario.