La solución envenenada de Page para liquidar el trasvase Tajo-Segura: agua diez veces más cara con la desalación

La solución y alternativa al trasvase Tajo-Segura que plantea con insistencia el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page , entraña que los agricultores paguen diez veces más cara el agua para sus campos. Así se contempla en el Plan de Cuenca, con precios de entre 1,14 y 1,44 euros por metro cúbico de caudal generado en las plantas desalinizadoras de Torrevieja y Valdelentisco , que gestiona Acuamed, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. «Eso, si no es subvencionado, no es agua para agricultura ni para ganadería; es agua para otro uso, pero desde luego no para el sector primario», ha advertido el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura (SCRATS), Lucas Jiménez, quien también ha lamentado el «engaño» de este planteamiento que dispara el coste en los cultivos hasta hacerlo inasumible , cuando ahora la media de los caudales del trasvase está en unos 0,14 euros. No obstante, ha puntualizado que el sector «no está en contra de ningún tipo de agua, siempre y cuando sea factible su uso», pero no es el caso, con esas cifras. Además, al final no solamente los agricultores abonarían esa factura impuesta por dejar el trasvase herido de muerte, sino que el pronóstico de Jiménez apunta a que las economías domésticas paguen «el pato» con un encarecimiento previsible de la cesta de la compra . Porque la conocida como ' huerta de Europa', en esa zona comprendida entre Alicante, Murcia y Almería , ya ha empezado a disminuir , aunque levemente de momento. El presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Manuel Martínez Madrid , ha asegurado en la Asamblea Regional que la superficie regable «no se ha ampliado ni un metro cuadrado» desde 2017 y, por el contrario, «se ha reducido» por nuevas infraestructuras, polígonos industriales y cambios de uso de agrícola a urbano, una merma que ha cifrado en torno a ocho hectáreas. Durante su comparecencia ante la Comisión Especial de Estudio sobre la situación del Trasvase Tajo-Segura tras las últimas medidas anunciadas por el Ministerio, este portavoz agrario ha subrayado además que su comunidad paga los apartados fijos, «venga agua o no venga agua », unos costes asociados a amortización de obras y otro fijos por un volumen de referencia que, según ha denunciado, las reglas actuales «no permiten» recibir en la práctica. En este contexto de futuro incierto, la realidad más cercana del día tampoco da para alegrías. La Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), correspondiente al regadío de las Vegas, ha aprobado por unanimindad una nueva curva de desembalse para el año hidrológico 2025-2026 que «se estima que alcance los 255 hectómetros cúbicos», 13 por debajo de la que se aprobó en septiembre. Así, según ha explicado el presidente de la CHS, Mario Urrea , esto obligará a un incremento de restricciones . En concreto, Urrea ha indicado que se pasará a la cuarta fase, que tiene un 40% de restricciones, repartido entre el 35% para el regadío tradicional, que tenía hasta ahora el 22,5%, y el no tradicional que pasará al 49%, del 33,5% actual. «Son unas restricciones importantes pero la situación es grave », ha afirmado Urrea, quien ha señalado que «de cara a poder realizar un cierto ahorro en enero, febrero y marzo pensando en los riesgos de primavera y verano, parece que es lo razonable». Los factores que han llevado esta planificación parten de menos lluvias y que los desembalses que se han realizado evidencian que «las reservas en las cabeceras no estaban siendo suficientes para poder atender, con las restricciones existentes, las demandas del uso del regadío».