Google apuntala el modelo tecnológico de Málaga y dispara su proyección internacional

La apuesta de Google por Málaga no ha sido solo una operación inmobiliaria en el Paseo de la Farola; ha funcionado como un sello de calidad global que valida décadas de trabajo. La instalación del gigante tecnológico ha certificado la madurez del modelo del Málaga TechPark (PTA), consolidando a la capital de la Costa del Sol como un polo de innovación capaz de competir con las grandes capitales europeas. El « efecto llamada » de la multinacional ha transformado la percepción exterior de la ciudad, que ya genera el 33% de su Producto Interior Bruto ( PIB ) gracias a la actividad del parque tecnológico. Felipe Romera, director general del Málaga TechPark, asegura que la visibilidad de la ciudad ha cambiado radicalmente. « Málaga en estos momentos en el mundo es un lugar donde las compañías multinacionales saben que aquí están pasando muchas cosas», ha explicado Romera. Para el directivo, resulta sorprendente fuera de nuestras fronteras que una ciudad de tamaño medio esté compitiendo de tú a tú en tecnologías digitales y microelectrónica con grandes polos consolidados como Madrid o Barcelona. Esta proyección internacional se sustenta en una realidad tangible: el PTA opera ya como una «ciudad pequeñita» donde conviven unas 700 empresas y 28.000 trabajadores . El éxito no es casual, sino fruto de un ecosistema que lleva 35 años desarrollándose y que permite que, cuando una empresa extranjera aterriza, encuentre el terreno abonado para crecer. La presencia de Google en el Paseo de la Farola no obedece a un plan institucional diseñado en un despacho, sino a la obstinación de un talento local. La historia comenzó en 2004 con VirusTotal , una herramienta de análisis de malware creada por el equipo de Hispasec Sistemas, liderado por Bernardo Quintero . Cuando el gigante tecnológico compró la empresa en septiembre de 2012, Quintero impuso una condición innegociable que cambiaría el destino tecnológico de la ciudad: «¡ Me quedo en Málaga !». Ese «origen sentimental» permitió que el equipo siguiera operando desde la capital de la Costa del Sol, primero en un chalet en El Candado y luego como germen del actual Google Safety Engineering Center (GSEC). El fundador actuó como el mejor embajador posible, convenciendo a la multinacional de las bondades del ecosistema local. El salto definitivo se anunció en febrero de 2021 y culminó el 29 de noviembre de 2023 con la inauguración oficial del GSEC en el antiguo edificio del Gobierno Militar, un inmueble protegido reconvertido en sede de alta tecnología . Con una superficie de 2.500 metros cuadrados, de los cuales 1.500 se dedican a formación y divulgación, este centro forma parte de un plan de inversión de Google en España de 650 millones de dólares. Hoy, el GSEC Málaga es el centro de ciberseguridad más importante de la compañía en Europa , compartiendo estatus con los hubs de Múnich y Dublín. Desde el puerto de Málaga, equipos integrados por VirusTotal, Mandiant y Google Security Operations utilizan i nteligencia artificial y código abierto para diseñar buena parte del « escudo europeo » frente a las ciberamenazas. Lejos de importar toda su plantilla, el centro arrancó con unos 60 trabajadores , de los cuales cerca del 80% son malagueños . La plantilla, con una media de edad que ronda los treinta años, mezcla ingenieros informáticos y de telecomunicaciones con perfiles autodidactas y titulados de Formación Profesional. El salto de Google en Málaga se mide también por lo que «se activa» alrededor: más colaboración, más formación y más especialización . El GSEC funciona como un punto de encuentro entre equipos punteros de seguridad, con VirusTotal como raíz, y un entorno que busca consolidarse en ciberseguridad como industria propia. En términos prácticos, ese aterrizaje ha reforzado el perfil del PTA en uno de los campos más demandados del mercado global y ha convertido la marca Málaga en un destino creíble para proyectos donde la confianza y la protección digital son parte del producto. La ambición del Málaga TechPark no tiene techo a corto plazo. La dirección del parque trabaja ya con un horizonte de crecimiento para albergar hasta 50.000 personas, apoyándose en un plan parcial de 600.000 metros cuadrados para garantizar espacios de oficinas e industria avanzada . Para nutrir de talento a este gigante, el parque se apoya en la colaboración público-privada. A través del club de empresarios Málaga TechPark Execs y la fundación Innova IRV, se alinean las necesidades de las compañías con la oferta educativa de la Universidad de Málaga y los centros de Formación Profesional. De hecho, Romera ha destacado que aproximadamente la mitad de los perfiles que demandan actualmente las empresas están vinculados a la Formación Profesional, confirmando la capacidad del sistema educativo andaluz para adaptarse a las exigencias del mercado global . Con la hoja de ruta marcada hacia los 50.000 empleos y la integración efectiva de la Formación Profesional en la cadena de valor, el parque tecnológico encara la próxima década no solo como un motor económico que aporta un tercio de la riqueza de la ciudad, sino como la demostración empírica de que el ecosistema andaluz lidera la vanguardia digital más allá de los polos tradicionales.