El Adviento y la inminente Navidad son tiempos propicios para la nostalgia, para una mirada retrospectiva al niño que fuimos y a cuanto rodeó aquel tiempo de iniciación. También en la fe. Por eso mismo, la misa dominical en la parroquia de San Gonzalo del domingo por la mañana fue un viaje nostálgico a ese mundo que se quedó atrapado como en una cápsula del tiempo que se nos diera para abrirla al cabo de los años. Todo hablaba (al menos, a este cronista) de otro tiempo: los cancioneros con la cara de San Vicente de Paúl (fundador de los paúles que tienen asignada la parroquia) en la portada repartidos por los bancos, las mociones de entrada y antes de... Ver Más