A nadie le amarga un dulce por Europa: los 5 postres más reconocidos en toda Alemania

La repostería alemana es puro arte, tradición y sabor en cada uno de estos bocados A nadie le amarga un dulce, por Europa: los 5 postres más queridos en todo Portugal Pocas cosas despiertan tanta unanimidad como un buen postre. Y si hablamos de los más célebres del continente, Alemania juega en otra liga. Su historia culinaria, su obsesión por la técnica y un legado artesano que se ha transmitido durante generaciones explican por qué los postres de Alemania son hoy un símbolo global. Desde pequeños bocados llenos de contundencia hasta tartas que nacieron casi por accidente, estos cinco clásicos siguen siendo la puerta de entrada a un universo que mezcla precisión y sabor sin artificios. En este recorrido por la repostería alemana asoman nombres que cualquier viajero ha escuchado —o deseado probar—: la Selva Negra, el strudel o el lebkuchen, dulces que han cruzado fronteras sin perder identidad. Alemania puede dividirse por regiones, tradiciones o acentos, pero hay algo que la mantiene unida: su capacidad para convertir un dulce en una costumbre cotidiana. 1. Schwarzwälder Kirschtorte La famosa tarta Selva Negra es, probablemente, el postre alemán más internacional. Combina bizcocho de chocolate, nata montada y cerezas maceradas en kirsch, un aguardiente típico. Es un clásico de celebraciones y pastelerías tradicionales, contundente pero equilibrado, fiel al carácter alemán. 2. Apfelstrudel Aunque comparte origen con Austria, el strudel de manzana es omnipresente en Alemania. Finas capas de masa envuelven un relleno de manzana, pasas y canela. Se sirve templado, muchas veces acompañado de salsa de vainilla, y es habitual tanto en cafés como en casas particulares. 3. Lebkuchen Estos dulces especiados son inseparables de la Navidad alemana. Originarios de Núremberg, se elaboran con miel, frutos secos y especias como clavo o canela. Su textura puede variar, pero siempre conservan ese sabor intenso que remite al invierno y a los mercados navideños. 4. Käsekuchen La versión alemana de la tarta de queso se diferencia por el uso del quark, un lácteo más ligero que el queso crema. El resultado es un pastel menos denso, suave y muy popular en meriendas y reuniones familiares. No suele llevar toppings excesivos: aquí manda la sencillez. 5. Berliner Conocidos también como Krapfen, estos bollos fritos rellenos de mermelada son habituales en carnavales y fiestas populares. Espolvoreados con azúcar glas, se comen durante todo el año, aunque alcanzan su pico de popularidad en celebraciones señaladas.