Reunir a niños y mayores a desayunar chocolate con churros y a presenciar una función navideña es relativamente, salvando los problemas logísticos inevitables, sencillo. Lo difícil es que se produzca el chispazo de la convivencia, de las miradas cómplices, del cuidado afectuoso, de las historias compartidas, del cariño recíproco. Lleva tiempo y es laborioso por ambas partes. En el colegio Tabladilla lo consiguen. El miércoles 17 recibieron a sesenta asilados del geriátrico Fundomar, en Los Bermejales. Los invitaron a desayunar y al teatro. El paje real les entregó un christma personalizado, elaborado por chavales de entre 10 y 12 años de edad. Eso era lo fácil. Lo difícil era la implicación de los niños en llevar y traer a los... Ver Más