La sorpresa navideña en Santiago de Compostela tiene nombre propio: el Jardín Infinito. Una instalación de 20.000 rosas de LED en el Pazo de San Lourenzo que ha desbordado todas las previsiones de asistencia. La iniciativa, impulsada por la Fundación Andrea, ha registrado un éxito tal que su página web llegó a colapsar por el alto volumen de visitas esta misma semana, atrayendo a centenares de visitantes cada día, no sólo procedentes de la comarca de Compostela, sino llegados desde otros puntos de Galicia. Lo que refleja el éxito que está adquiriendo esta iniciativa solidaria tras apenas una semana abierta. La presidenta de la Fundación Andrea, Charo Barca, describe esta instalación como "absolutamente mágica". Se trata de un campo con 20.000 rosas iluminadas por LED que se encienden cada noche como "homenaje a esos seres de luz de nuestras vidas". Los visitantes no solo pueden disfrutar del escenario, sino que también pueden realizar una donación solidaria para dedicar una de las rosas a una persona especial, "ya sea un ser querido que ha fallecido o alguien que sigue presente". Charo Barca explica que la dedicatoria, por la que se realiza una donación mínima de 10 euros y que supone la base de esta acción solidaria que busca recaudar fondos para la Fundación Andrea que ayuda a menores hospitalizados y a sus familias por toda Galicia, permanece durante todo un mes, convirtiéndose en "un homenaje silencioso al cielo". El éxito ha sido tan inesperado como abrumador. Charo Barca relata que la respuesta del público llegó a colapsar la página web por el "tanto tráfico". La afluencia de visitantes es masiva: "El miércoles, día de semana, 1.200 personas vinieron en 4 horas", comenta sorprendida. Este flujo de gente, con visitantes de Vigo, Coruña, Ourense y Lugo, ha obligado a reforzar el equipo de voluntarios. Barca admite que la situación les ha generado "un quebradero de cabeza internamente, porque no esperábamos la respuesta", aunque se muestra "contentísima" con la acogida. La idea de este jardín luminoso tiene un origen muy personal para Charo Barca. La inspiración surgió durante un viaje a Londres el año pasado, a donde fue con su madre tras el fallecimiento repentino de su padre justo antes de Navidad. Allí descubrió una instalación similar y sintió una conexión inmediata. "Fue esa conexión de decir, jo, estoy ahí, mi padre está conmigo, lo tengo presente y y esto va por él", recuerda. El Jardín Infinito se puede visitar en el Pazo de San Lorenzo todos los días, con entrada libre, en horario de 18:00 a 22:00 horas. La instalación permanecerá abierta hasta el próximo 9 de enero. Únicamente cerrará los días más señalados de las fiestas: 24, 25 y 31 de diciembre, y el 1 de enero. Puedes consultarlo en la página web de la Fundación Andrea multiplicandosonrisas.com