El profesor de informática Cristian Ruiz, del colegio Juan de Lanuza de Zaragoza, ha sido nominado al Global Teacher Prize 2026, considerado el 'Nobel' de la Educación. Con 15 años de experiencia docente, Ruiz se encuentra entre los 50 finalistas que optan a este prestigioso reconocimiento internacional. Su nominación destaca por la aplicación de prácticas innovadoras en el aula, aunque él mismo subraya que es un reconocimiento a un proyecto de centro y al trabajo de un equipo de cinco profesores que impulsan la "tecnología humanista". Una de las iniciativas más recientes y prioritarias del centro es el proyecto "IA para pensar mejor", implementado desde el inicio del curso. "Ha sido nuestra prioridad al comienzo de curso durante varias semanas", explica Ruiz. El objetivo principal no es solo enseñar a usar herramientas técnicas, sino sentar las bases de un buen uso de la inteligencia artificial desde cuarto de primaria. El colegio cuenta con una asignatura propia de informática desde infantil hasta bachillerato, lo que facilita la integración de estos nuevos enfoques pedagógicos. El método se centra en animar a los alumnos a que, cuando un profesor lo permita, utilicen la IA de manera inteligente. Esto implica "hacer las preguntas oportunas, indagar y sobre todo contrastar lo que te está diciendo la inteligencia artificial", detalla el profesor. La idea es que el estudiante no se limite a aceptar la primera respuesta, sino que la verifique y, a partir de ese contraste, elabore sus propias conclusiones. Este proceso es lo que Ruiz denomina la "coconstrucción del aprendizaje", donde a la tradicional relación entre alumno y profesor se suma "un tercer invitado a la fiesta que puede ser superpotente para su aprendizaje". Ante la preocupación que la IA puede generar en los padres, Ruiz defiende que "el colegio es un entorno totalmente seguro" donde se fomenta el uso crítico de la tecnología. No tienen duda de que, bien utilizada, "puede potenciar el desarrollo cognitivo", pero advierten de que "un mal uso puede provocar todo lo contrario". Por ello, insisten en que los alumnos deben mostrar la "trazabilidad" de su trabajo, explicando cómo han usado la herramienta, cómo han contrastado la información y cómo han cuestionado las fuentes que la IA proporciona. Para Ruiz, el foco no debería estar en si la tecnología se usa o no, sino en cómo se integra para aportar valor. "Yo creo que cualquier profesor en nuestro colegio, y apostaría a que en cualquier otro lugar, usa la tecnología cuando va a aportar valor en el aula", afirma. Considera que la escuela es precisamente el lugar donde se debe enseñar a utilizarla bien, forjando las competencias digitales necesarias para que los jóvenes le saquen todo su potencial. El proceso de nominación comenzó en septiembre, cuando Cristian Ruiz dedicó varias semanas a preparar la extensa documentación requerida. Fue un "proceso bonito" de recopilación de evidencias de sus 15 años en la educación. Como anécdota, cuenta que envió la candidatura media hora antes de los fuegos artificiales de las Fiestas del Pilar. Tras varias entrevistas, el viernes pasado recibió un correo confidencial con la noticia y la petición de máxima discreción hasta el anuncio oficial, que tuvo lugar el lunes. Ahora, de la lista de 50 finalistas saldrá el Top 10, que se anunciará a mediados de enero. El ganador final se dará a conocer en una gala que se celebrará en Abu Dabi en febrero. Pese a la magnitud del premio, Ruiz se muestra cauto y agradecido: "Tampoco me hago tantas ilusiones, yo simplemente llegar hasta aquí ya me parece algo espectacular". Para él, esta nominación ya es un éxito que les permite dar a conocer su proyecto educativo más allá de nuestras fronteras.