El comercio minorista de San Sebastián se aferra al turismo ante los nuevos hábitos de consumo de los locales

San Sebastián es la capital vasca con mayor densidad de comercios por habitante y suma 2.357 comercios minoristas que generan más de 8.600 empleos. A pesar de estas cifras, el sector no es ajeno a las dificultades y enfrenta amenazas como el cambio de hábitos de consumo, el auge de Internet y, de manera destacada, la falta de relevo generacional. En este contexto, gran parte de las ventas dependen de los visitantes, un pilar fundamental para la supervivencia de muchas tiendas y por esta razón Donostia Turismo acaba de editar una guía para ellos. Se han elaborado y distribuido 10.500 ejemplares de la guía ‘Compras SS ’, en cuatro idiomas, que agrupa a 74 comercios locales asociados. La publicación organiza los establecimientos por sectores y propone distintas rutas temáticas, hasta 8,  facilitando recorridos para explorar la ciudad a través de su oferta comercial. La guía se distribuye en comercios, alojamientos y oficinas de turismo. Uno de los problemas más señalados por los comerciantes es la falta de vocación para continuar con los negocios familiares. Así lo explica Iñigo Otaegui, cuya pastelería, Casa Otaegui, cumplirá 140 años en 2026. Para él, el principal escollo no es la demanda, sino la sucesión. “Nunca hemos sufrido tanto la falta de vocación en el trabajo”, lamenta Otaegi, quien describe su oficio como “un trabajo duro, nocturno y festivos”. Aunque el comercio a través de internet no afecta a todos los sectores por igual, Otaegui advierte de su impacto. "El día que Amazon vende productos artesanales, repone todos los días y los entrega el mismo día, al igual que el resto de nosotros, tenemos que hacerlo", reflexiona. Sin embargo, considera que otros sectores, como la moda, tienen un mayor impacto: "Tenemos que analizarlo. El número de negocios que vemos cerrados". Oihane Pardo, fundadora de Amarenak, un proyecto que reinterpreta la moda tradicional vasca, coincide en el diagnóstico sobre el relevo generacional, pero añade más factores. Apunta a las altas cargas fiscales y los gastos fijos como una carga y “llega un momento en que te ahogan y es el motivo del cierre de muchos comercios”. El fundador de Amarenak también percibe una triste realidad en el comportamiento del consumidor. «Todos quieren consumir bien , consumir de forma sostenible, en un mundo mejor; no quieren contaminar ni esclavizar, pero a cambio, gastan su dinero justo cuando lo ganan» . En su opinión, existe una contradicción entre el deseo de consumo responsable y las decisiones finales de compra, a menudo influenciadas por el precio. No todos ven Internet como un enemigo. Para Paul Lataburu, de la galería de arte Arteuparte Gallery, la venta online ha sido “una ventana que se ha abierto al mundo”. Según explica, desde que habilitó esta opción en su galería del barrio de Gros recibe compras de lugares como Países Bajos, Nueva Zelanda o Canadá. Para él, más que una amenaza externa, el riesgo está en la cultura de consumo local. “Creo que le falta algo en ese hábito de comprar en el comercio local a la ciudadanía”, afirma Lataburu a modo de “crítica constructiva”. Defiende que prácticamente todo se puede adquirir en las tiendas de barrio y que es una cuestión de hábito. “En Internet se puede, sí, pero en el comercio del barrio también se puede. El 99% de las cosas se pueden comprar, es tener el hábito de hacerlo”, insiste. En lo que todos los comerciantes coinciden es en el peso crucial del turismo. El sector turístico aporta el 14% del PIB de Donostia, casi 1.000 millones de euros, y el comercio es uno de los grandes beneficiados. Consciente de ello, Donostia Turismo ha lanzado una guía en cuatro idiomas para dar a conocer la ciudad a través de sus tiendas. Carla Campo, directora de comunicación de 90 grados, un espacio que combina moda y peluquería en la Parte Vieja, subraya la necesidad de generar comunidad. “Lo que da identidad y lo que hace que una ciudad siga viva es el comercio local”, afirma, y añade que “sin los visitantes, la realidad es que muchos de nosotros no estaríamos aquí”. Los datos de Oihane Pardo refuerzan esta idea. Cuando su tienda Amarenak estaba en Sagües, el 36% de las ventas provenía de fuera del País Vasco, superando el 50% durante seis meses. Al trasladarse a la Parte Vieja, esa cifra se disparó hasta el 67,8% en menos de diez meses, demostrando la alta dependencia del cliente foráneo. La nueva guía, con rutas comerciales para descubrir la ciudad a través de sus tiendas, ya está disponible en hoteles, oficinas de turismo y establecimientos de San Sebastián, como una herramienta más para potenciar a los nuevos clientes y apoyar a un sector vital para la identidad donostiarra.