Bamba, de Gambia a Badajoz en busca de su final feliz

Bamba se va defendiendo con el castellano. Habla muy bajito, casi susurra, más por timidez que por falta de conocimiento. Su amigo Omar le echa un cable. Ambos son de Gambia. Estar lejos de su país los ha unido, tanto que se consideran familia. Bamba tiene 19 años y la suya es la historia de un migrante con final feliz o, al menos, camino de serlo. La suerte ha estado de su parte esta vez: llamó a la puerta adecuada, la de Cáritas de Mérida-Badajoz, en el momento justo.