La Línea 6 de Metro de Madrid reabre al completo tras más de 200 días de obras y encara su automatización total

La Línea 6 de Metro de Madrid, conocida como la Circular y considerada la más utilizada por los madrileños, recuperará el servicio completo este sábado 20 de diciembre después de más de 200 días de circulación interrumpida. El cierre ha permitido ejecutar la primera fase del ambicioso proceso de automatización de la línea, un proyecto estratégico que culminará en 2027 y que transformará de forma profunda el funcionamiento de uno de los ejes vertebradores del transporte público de la capital. La reapertura se producirá, además, antes de lo previsto, tras adelantarse once días la puesta en marcha del arco este, el tramo comprendido entre Moncloa y Legazpi, que permanecía sin servicio desde el pasado 6 de septiembre. En total, este sector ha estado cerrado 105 días, dentro de un calendario de obras que ya había sido ajustado a la baja en fases anteriores. Con anterioridad, los trabajos se concentraron en el arco oeste, entre Moncloa y Méndez Álvaro, donde la circulación quedó suspendida desde el 31 de mayo hasta el 6 de septiembre, es decir, 98 días. También en este caso, la reapertura se produjo antes de lo inicialmente anunciado, lo que ha permitido a la Comunidad de Madrid recuperar de forma escalonada la operatividad de la Circular. Desde este sábado, coincidiendo con la antesala de las fechas navideñas, la Línea 6 volverá a prestar servicio en su totalidad, con sus 28 estaciones distribuidas a lo largo de casi 23,5 kilómetros. Se trata de la línea con mayor demanda de toda la red, con una media de 430.000 viajeros diarios y un total de 116 millones de usuarios en 2024, cifras que evidencian su papel clave en la movilidad urbana madrileña. Una renovación integral de la infraestructura Las obras ejecutadas durante esta primera fase han sido de gran calado y han afectado a elementos esenciales de la infraestructura. Uno de los principales trabajos ha sido la renovación completa de la plataforma de vía, sustituyendo el antiguo balastro por una plataforma de hormigón, más moderna, estable y preparada para un sistema de conducción automatizado. Para ello, se han retirado 35.200 metros cúbicos de balastro, reduciendo futuras necesidades de mantenimiento. Asimismo, se han renovado 86.057 metros lineales de carril, con una vida útil estimada de entre 30 y 40 años. La instalación se ha llevado a cabo mediante soldadura eléctrica, una técnica que minimiza incidencias operativas, especialmente las provocadas por las variaciones térmicas en las primeras horas del día. Los trabajos también han incluido la sustitución de los aparatos de sujeción y guiado del carril, elementos imprescindibles para el correcto cambio de vía. En total, se han retirado 154.662 unidades, reforzando la seguridad y fiabilidad del servicio. Otro de los ejes de esta primera fase ha sido la adaptación estructural de los andenes para la futura instalación de puertas automáticas. Se ha actuado sobre cerca de 7.000 metros lineales, con la colocación de 3.990 pilares de refuerzo y 7.700 metros de pisaderas provisionales, una intervención clave para elevar los estándares de seguridad...