La llegada de la generación Z –los nacidos entre 1997 y 2021– a la oficina también está cambiando las reglas de las cenas de empresa de Navidad. La celebración corporativa mantiene el nervio más o menos intacto, pero el formato se está redefiniendo hacia encuentros más informales y, a ser posible, fuera del horario nocturno. Así lo señalan informes como el recién publicado por la consultora Hays y también voces a pie de despacho. "Sí me gusta reunirme con los compañeros en un ambiente distendido, pero mejor si no es por la noche ni entre copas ni bailes –apunta Olga, de 26 años–. Si no hay mucha gente de tu edad la conversación deriva hacia temas nostálgicos que no entiendes y con el alcohol a veces la gente se pone un poco pesada".