The Rhythm of the Ocean, así es la exposición que te sumerge en un océano digital en Benicàssim

Sumergirse en un cuadro, sentir sus colores y escuchar su música ya es posible en Benicàssim. La sala Vortex de la Bellver Blue Tech Zone acoge 'The Rhythm of the Ocean', una singular obra de arte digital que propone un viaje sensorial a las profundidades marinas. Esta experiencia de ocho minutos se desarrolla en un espacio circular de 360 grados equipado con la tecnología inmersiva más avanzada, donde un espectáculo de luces LED en paredes, suelo y techo se sincroniza con la música para emular las distintas fases del océano, desde la calma hasta la agitación. El estudio visual Desilence, formado por Tatiana Halbach y Soren Christensen, es el creador de esta pieza. "Somos dos mentes muy diferentes que se unen y crean arte abstracto con tecnología", han explicado en COPE. Su trabajo fusiona una notable sensibilidad pictórica con las herramientas digitales más innovadoras para dar vida a sus creaciones. Para crear el movimiento envolvente de 'The Rhythm of the Ocean', el estudio no se limita a un lienzo, sino que trabaja con todo el espacio. Según han detallado, el proceso combina "muchas, muchas, muchas capas de un montón de técnicas diferentes", desde la animación manual fotograma a fotograma hasta el uso de una herramienta de software que han desarrollado ellos mismos. Soren Christensen lo describe como "un instrumento visual" que les permite operar en tiempo real, grabar sus acciones y refinarlas posteriormente. "Podemos hacer una versión en baja resolución y ya ver la sala, y luego ya hacer un performance", ha señalado sobre este sistema que han perfeccionado durante años. El origen de la obra nace de una colaboración con la pionera de la música electrónica Susanne Ciani, propuesta por la discográfica Lapsus hace tres años. "Ella también se inspira mucho en el mar", ha comentado Tatiana Halbach, una confesa "amante del mar de toda la vida". La música de Ciani es la principal fuente de inspiración. "Cuando cierras los ojos, solo salían elementos marinos, olas y corrientes marinas", ha afirmado Halbach. La importancia de la banda sonora es tal que, según la artista, es un factor decisivo: "Para nosotros es super importante la música, es la fuente de inspiración. Si no nos gusta la música, nos cuesta mucho hacer el visual", ha sentenciado. El proyecto, que comenzó en 2022, es una obra en evolución con versiones para video mapping, museos y planetarios, siendo la de Benicàssim la más completa. La experiencia se presenta en la Bellver Blue Tech Zone, un espacio que, como explica su responsable de marketing, Paula López, fusiona tecnología, salud y sostenibilidad. Este centro se inspira en las llamadas 'Blue Zones', regiones del mundo donde la gente vive más y mejor. La elección de una obra como 'The Rhythm of the Ocean' responde a la inspiración de la Fundación Azul Marino para "dar vida al océano desde una vertiente más artística". Lo que hace única a la sala Vortex, según López, es que ofrece una "sensación envolvente 360" real, al cubrir paredes, suelo y techo, a diferencia de otros espacios inmersivos. El objetivo es que el visitante se lleve una emoción memorable. "Que salgan de aquí emocionados, con un wow, sobre todo, esa emoción, ese efecto inmersivo, porque al final todo esto, con una pantalla no se puede transmitir", ha señalado. Esta exhibición es solo el comienzo. Paula López ha confirmado que el proyecto tiene vocación de futuro. "Hemos preparado esta ambiciosa exhibición de arte digital inmersivo con la firme vocación de introducir a Bellver Blue Tech Zone en el circuito internacional de arte digital, a través de un programa de apoyo a la creación artística, y esta es la primera pieza", ha concluido.