Homero, el ecuatoriano que está a punto de jubilarse tras 25 años en Asturias y no ha conseguido nunca un contrato fijo: "Voy de aquí para allá"

La historia de Homero es la de miles de personas que un día dejaron su país para buscar un futuro mejor. Este ecuatoriano de 65 años llegó a Asturias hace un cuarto de siglo, impulsado por el anhelo de "ver una mejor vida, un progreso a nivel económico" ante la difícil situación que atravesaba su tierra natal. Su relato, en declaraciones a COPE Asturias, refleja una lucha constante marcada por la inestabilidad laboral. Pese a sus esfuerzos, el camino no ha sido fácil. Homero explica que ha vivido épocas mejores y peores, pero siempre con la misma barrera. "Temporadas con trabajo, otras no y nunca he logrado tener un contrato fijo", lamenta. Su trayectoria profesional se resume en un encadenamiento de trabajos esporádicos: "Un tiempo en un lado, otro tiempo en otro lado". Irónicamente, la estabilidad ha llegado justo al final de su vida laboral. "Ahora, a la larga, he encontrado un trabajo fijo, pero ya cuando estoy cerca de jubilarme", explica. Actualmente, trabaja como conductor repartidor de Correos Exprés, recorriendo a pie las calles del centro y casco antiguo de Oviedo. "Voy de aquí a allá, es un no parar", afirma al referirse a su trabajo. El caso de Homero es uno de los miles de rostros que componen el nuevo mapa demográfico del Principado. La población de la región ha comenzado a recuperarse gracias a la llegada de personas de otros países que están elevando el censo. Asturias, que estuvo a punto de bajar del millón de habitantes durante la pandemia del coronavirus, ha conseguido recuperar una tendencia al alza que eleva hasta 1.015.000 habitantes el número de residentes den el Principado. La población extranjera representa el 7 por ciento de la población, con 69.000 personas extranjeras empadronadas. Historias como la de Homero  evidencian los desafíos y aportaciones de la migración en la comunidad.