San Nicolás de Bari nació en el siglo IV en Patara, ciudad del distrito de Licia, en la actual Turquía, en el seno de una familia acomodada. Desde su más tierna infancia, Nicolás, nombre que significa “Protector y defensor de los pueblos”, destacó sobremanera por su bondad y generosidad, especialmente con los más pobres. Perdió a sus padres siendo muy joven, víctimas de una terrible epidemia de peste, un trágico acontecimiento que marcaría su vida. Se convirtió entonces en heredero de una gran fortuna que repartió entre los más necesitados. Con 19 años, Nicolás se marchó a Mira con su tío para ordenarse sacerdote. Allí fue nombrado Obispo y se convirtió en Santo Patrón de Turquía, Grecia y Rusia. Multitud de historias refrendan el carácter dadivoso de este Santo, su mítica fama de repartidor de obsequios y su especial relación con los niños. Mención especial merece una de las leyendas más conocidas, que relata la desesperación de un hombre noble venido a menos, padre de tres hijas, angustiado porque no podía casarlas al carecer de la dote necesaria. Enterado de esta situación, San Nicolás quiso remediarla y entregó a cada una de ellas una bolsa repleta de monedas de oro. Todo ello fue realizado en el más absoluto secreto por el sacerdote que, al parecer, entraba por una ventana para depositar las bolsas dentro de los calcetines que las muchachas colgaban sobre la chimenea para secar. En Oriente se le conoce como San Nicolás de Mira, y en Occidente como San Nicolás de Bari, ya que sus reliquias fueron trasladadas por los cristianos a esta ciudad italiana cuando los musulmanes invadieron este territorio, entonces griego. En Bari se cuentan infinidad de milagros atribuidos a la intercesión del Santo. Prueba de ello es la Basílica de San Nicolás, uno de los templos más emblemáticos dedicados a su figura. San Nicolás era invocado ante peligros, incendios y penurias económicas. Su popularidad fue tal que se le han consagrado más de 2.000 templos en todo el mundo. En el siglo XII, la tradición católica de San Nicolás se extendió por Europa y, ya en el siglo XVII, los emigrantes holandeses llevaron a Estados Unidos sus costumbres y mitos, entre ellos el de Sinterklaas, la fiesta de su patrono y la tradición de repartir regalos entre los niños. El nombre de Santa Claus proviene del nombre alemán del Santo, San Nikolaus. Sin embargo, dependiendo del país, recibe distintos nombres: Père Noël en Francia, Father Christmas en Inglaterra, Viejito Pascuero en Chile o Baba Noel en Irán. Un mensaje que trasciende la Navidad San Nicolás, el santo que ha inspirado esta preciosa leyenda, reside actualmente —como saben los más pequeños— en Laponia, junto a la encantadora Señora Claus y sus simpáticos duendes. Los elfos ayudan a Papá Noel a leer las cartas, fabricar los juguetes y cargar el trineo con los regalos que repartirá a los niños en Navidad. San Nicolás nos invita con su ejemplo a ser generosos con todos los que nos rodean y a dejar que el espíritu navideño inunde nuestros corazones durante todo el año, porque: "Sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto”. Silvia Rodríguez es colaboradora de COPE Bierzo desde el 24 de junio de 2019. La podréis leer y escuchar los lunes en la sección de opinión bajo el título ‘Silvia en COPE Bierzo’ y los fines de semana en ‘Con otra perspectiva’, disponibles en Cope.es/Bierzo. Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca, Silvia decidió estudiar esta carrera por su pasión por la lengua y la literatura. Disfruta leyendo, escribiendo y escuchando buena música. Además, es feliz trabajando en equipo y cree firmemente que “estamos aquí para ayudar y hacer felices a los demás”. Silvia también es socia fundadora del Banco de Alimentos del Sil y colabora con esta ONG que realiza una labor destacada en la comarca. Enamorada de la enseñanza, es profesora de inglés, lengua y literatura en la Academia Corcal. Se define como una persona vital, alegre, optimista y con gran sentido del humor. Además, realizó el prólogo del libro ‘Chuma. El Valle del Silencio’ del escritor Miguel Velasco Nevado.