Aragón ha solicitado a Europa la vacunación preventiva de miles de reses para proteger la ganadería extensiva del Pirineo por la propagación de la dermatosis nodular. Se trata de una medida para blindar la frontera ante el avance de la enfermedad desde Francia y que, de momento, afecta a las Oficinas Comarcales Agrarias (OCAs) de Sabiñánigo, Jaca y Boltaña. El veterinario rural Víctor Ara explica que es una enfermedad tropical que afecta únicamente al ganado vacuno, sin riesgo para las personas. Aunque los focos que hubo en Gerona se controlaron, en Francia "continúan apareciendo casos a lo largo de toda la frontera", que se achacan a movimientos ilegales de ganado. La principal preocupación del sector es que si la enfermedad entra en una explotación, la normativa europea obliga al "sacrificio total". Para los profesionales supone un desastre económico y moral, ya que se enfrentan a perder su modo de vida de un día para otro. Los veterinarios no entienden la necesidad de sacrificar a todos los animales existiendo una vacuna. "Si no hubiera ningún medio de control, ningún tipo de vacuna, pues puedes entender que maten todo, pero siendo que hay una que funciona relativamente bien, no entendemos por qué matan todo", señala Ara. Por ello, solicitarán al Gobierno de Aragón que pida a Bruselas un cambio en la ley. El plan de vacunación se abordará en una reunión con la DGA el 23 de diciembre. Se calcula que solo en la zona de Jaca y Sabiñánigo se tendrán que vacunar unos 20.000 animales. El veterinario advierte de que es una vacuna "fuerte", que puede provocar fiebre, inflamación e incluso la muerte, por lo que su administración requiere un estudio previo de cada caso. A pesar de la situación, el veterinario lanza un mensaje de calma a la población, insistiendo en que es una enfermedad que no afecta a las personas. "Que la gente esté tranquila, el público en general, porque es una enfermedad única en el vacuno y la carne que consumimos es de total calidad", concluye.