Día del Jersey Navideño Feo: ¿de dónde viene esta tradición tan americana?

Una costumbre nacida entre abuelas tejedoras y consolidada después por Hollywood Los mejores mercados de Navidad para visitar en Alemania: los más originales Cada diciembre llega puntual la misma pregunta: ¿quién decidió que los jerséis navideños son “feos”? La respuesta, como casi todo en la cultura pop estadounidense, mezcla nostalgia doméstica, televisión de los 80, una buena dosis de ironía y un giro final que convierte algo kitsch en un fenómeno millonario. Hoy, el Ugly Christmas Sweater Day —el tercer viernes de diciembre — mueve campañas enteras en redes, llena oficinas de renos bordados y luces LED, y ha cruzado el Atlántico para instalarse sin complejos en España. Pero esta historia, como tantas otras, empezó en un salón familiar y no en un catálogo de moda. De las abuelas al escaparate: los primeros jerséis navideños Antes de ser una prenda viral, el jersey navideño fue simplemente un gesto cariñoso. A comienzos del siglo XX, muchas abuelas estadounidenses pasaban el año tejiendo jerséis para hijos y nietos. En algún momento —no hay consenso histórico sobre el cuándo exacto— alguien decidió que podía ser divertido incluir motivos invernales o directamente navideños. Copos, renos, flores, campanas… patrones sencillos que buscaban abrigar y alegrar el invierno, no provocar risas nerviosas en una cena de empresa. La moda se disparó en los años 50 , cuando los catálogos empezaron a ofrecer los llamados Jingle Bell Sweaters : piezas que recordaban a los jerséis de après-ski, pero teñidas de rojo, verde y blanco. Lejos de ser extravagantes, eran acogedores, tradicionales y alegres. Y, como siempre, el mercado hizo el resto. La televisión, culpable de su salto a la cultura pop El verdadero punto de inflexión llegó en los años 80 . Bill Cosby, en The Cosby Show , convirtió el jersey recargado en sello personal. Aquello abrió la puerta a una tendencia que la televisión abrazó sin pudor: cada capítulo navideño de cada sitcom incluía al menos un personaje con un jersey chillón. Y entonces llegó el cine. El diario de Bridget Jones (2001) hizo más por la fama del jersey navideño feo que cualquier campaña publicitaria. El suéter verde con un reno bordado que llevaba Colin Firth marcó un antes y un después: de prenda anticuada pasó a icono cultural. Si salía en una comedia romántica que iba a verse repetida cada Navidad, el jersey ya estaba oficialmente bendecido por la cultura pop. Poco después, la tradición norteamericana se consolidó con un evento propio. En 2002, dos jóvenes canadienses —Chris Boyd y Jordan Birch— organizaron en Vancouver la primera Ugly Christmas Sweater Party . El objetivo era recaudar fondos para la lucha contra el cáncer, y el único requisito era asistir con un jersey navideño “feo”. El éxito fue inmediato. Se repitió al año siguiente, y al siguiente… y las empresas empezaron a copiar la idea para sus propias fiestas. De ahí surgió un negocio que hoy se mueve entre la moda, el humor y el coleccionismo. En 2012, tres hermanos de Detroit compraron el dominio UglyChristmasSweater.com y lo convirtieron en un imperio: jerséis en 3D, modelos con luces incorporadas, parejas coordinadas y líneas infantiles para que toda la familia vaya a juego. Las ventas alcanzan cifras millonarias cada temporada. Hollywood, por supuesto, no se quedó atrás: El Grinch , Sólo en casa , Cómo conocí a vuestra madre , Step Brothers , Fiesta de Empresa , Modern Family … cada aparición reforzaba la tradición. Del folclore estadounidense al cajón de casa en España Hace una década, en España esta costumbre era apenas una anécdota que veíamos en películas. Hoy forma parte de celebraciones en escuelas, oficinas y hasta fiestas locales que organizan concursos: “el más feo”, “el más original”, “el mejor hecho a mano”. Y, curiosamente, la estética ha evolucionado tanto que ya no todos son feos. Muchos diseñadores los reinterpretan con patrones cuidados, guiños irónicos o versiones minimalistas. Ya no sirven solo para bromear: se han convertido en una alternativa real para cenas, fiestas familiares o reuniones informales de diciembre.