La Navidad en la Subbética se presenta como una época especial que invita a visitar sus pueblos engalanados y llenos de luz. En este contexto, el presidente de la Mancomunidad de la Subbética, Aurelio Fernández, ha hecho balance del año 2025 y ha perfilado las líneas de trabajo para 2026, un año clave para el desarrollo de la comarca. Fernández destaca la diversidad de la comarca, compuesta por 14 municipios muy distintos, desde grandes como Lucena hasta pequeños con un encanto especial. Esta variedad permite ofrecer multitud de actividades navideñas en un entorno con una amplia oferta de alojamientos rurales. "Es una comarca ideal para poder visitar en esta fecha", asegura el presidente, quien invita a todos a descubrirla: "El que no conozca la Subbética que venga, porque desde luego que se va a enamorar de ella". El presidente subraya la importancia de la cooperación entre los municipios, desechando la idea de rivalidad. "Aquí en la comarca lo tenemos muy claro", afirma Fernández, explicando que el éxito de un municipio beneficia a todos. Esta visión de unidad es una de las fortalezas del territorio. "[{Cuando algo le va bien al municipio de al lado, también le va bien al otro}"]. El año 2025 ha sido un periodo de "cierre del marco europeo", un proceso que, aunque "se ha ido eternizando", ha concluido con éxito. Según Fernández, el Grupo de Desarrollo Rural (GDR) de la Subbética ha cumplido el objetivo de que "prácticamente todo el dinero que no teníamos correspondido, pues no se perdiera". Estos fondos europeos son cruciales para dinamizar el territorio y financiar proyectos tanto públicos como privados. De cara al futuro, el principal desafío es la despoblación, que afecta especialmente a los pueblos más pequeños. Para combatirla, Fernández considera fundamental "fomentar el emprendimiento" y generar oportunidades. En este sentido, ha señalado dos colectivos clave para el desarrollo comarcal. "Hay 2 perfiles a los que tenemos que dedicarle una especial atención, los jóvenes y las mujeres", ha recalcado. Otro de los retos, según admite, es dar a conocer la propia labor del GDR. "Muchas veces somos el gran desconocido", lamenta, por lo que uno de sus objetivos es visibilizar el papel de la entidad como dinamizador del territorio y nexo con la administración. Con un nuevo marco de ayudas a punto de abrirse en los primeros meses de 2026, el GDR tiene claras sus líneas de trabajo. La primera es el apoyo a la agricultura, con especial atención al olivar, que sigue siendo el sustento de muchas familias en la comarca. La segunda línea se centra en impulsar la iniciativa privada no agrícola, apoyando a autónomos y pequeñas empresas. Finalmente, la tercera línea consiste en colaborar con los ayuntamientos, especialmente los de menor tamaño, para financiar proyectos que mejoren sus infraestructuras y servicios.