Los subtítulos conquistan Hollywood: cómo los Oscar pasaron de ignorar el cine extranjero a cubrirlo de premios

«Una vez superes la pequeña barrera de los subtítulos, descubrirás muchas más películas asombrosas». Estas palabras del cineasta coreano Bong Joon-ho al ganar en enero de 2020 el Globo de Oro por 'Parásitos' anticiparon, inconscientemente, un gran cambio en la manera en la que la industria estadounidense miraba al cine hecho en otros países . Un mes después, aquel se convirtió en el primer largometraje en ganar el Oscar a la Mejor Película sin estar rodado en inglés. Bong dejó la puerta abierta tras de sí y todos los años siguientes, sin excepción, la Academia de Hollywood -la institución detrás de estos premios- ha nominado filmes en otros idiomas, algo que parecía enormemente excepcional hasta entonces. Durante las primeras 91 ediciones de los Oscar, entre 1929 y 2019, sólo once de las 554 candidatas a Mejor Película estaban en un idioma distinto al inglés; es decir, el 1,98%. Después de la victoria de 'Parásitos' en 2020, ha habido otras ocho nominadas en sólo cinco años (el 17,4%), y doce más en otras categorías, incluyendo dos españolas. Parece que Hollywood ha empezado a abrir los ojos , ha saltado aquella barrera de los subtítulos de la que hablaba Bong Joon-ho y ha entendido que el cine tiene un lenguaje universal, más allá del idioma que utilicen los actores. Precisamente, esta semana se han dado a conocer las 'shortlists' de los próximos Oscar , es decir, las listas con títulos preseleccionados para algunas categorías, de las que saldrán después las nominadas. Entre ellas, se han colado unas cuantas menciones para películas extranjeras en detrimento de otras estadounidenses, manteniendo viva la tendencia de la que veníamos hablando. Es el caso de la española 'Sirât' , la noruega 'Valor sentimental', la francoiraní 'Un simple accidente', la brasileña 'El agente secreto', la alemana 'In die Sonne schauen' o la surcoreana 'No hay otra opción'. Varias de ellas, según las casas de apuestas y los expertos, podrían terminar optando a la Mejor Película. Esta revolución llega marcada por la explícita intención de la Academia de «diversificarse», es decir, compensar las mayorías y minorías por razón de sexo, edad, etnia o nacionalidad de sus miembros. En 2016, a la institución le estalló en la cara la polémica del 'Oscars So White' («los Oscar son demasiado blancos»), una campaña de actores afroamericanos que protestaban por la exclusión que experimentaban en las nominaciones. Aquel año, todos los intérpretes nominados eran blancos. Por ofrecer otro dato, en las 88 ediciones previas (de 1929 a 2016), sólo quince actores negros y cuatro asiáticos habían ganado la estatuilla, de un total de 320. Hasta entonces, el 75% de los miembros eran varones y el 92%, blancos. Además, la edad media también era especialmente avanzada. La Academia decidió que era necesaria una remodelación para equilibrar la balanza y comenzó a invitar a nuevos miembros cada año. Lo habitual es que la institución crezca en unas 400 personas al año, pero entre 2017 y 2020 fueron 3.363 los artistas que se incorporaron, muchos de ellos mujeres, asiáticos, gente joven o latinoamericanos. Entre 2021 y 2025, han sido otros 2.211 (incluyendo a unos cuantos españoles: Rodrigo Sorogoyen, Albert Serra, Irene Escolar, Carmen Maura, Emma Suárez…). Así, de los aproximadamente 10.500 miembros de la Academia, algo más de la mitad se han incorporado desde aquel 'Oscars So White', imponiendo una visión más plural y heterogénea . Sin embargo, el cambio no se puede achacar sólo a las membresías extranjeras, pues sigue habiendo una amplia mayoría de estadounidenses. Más allá de la diversificación interna de la Academia, ha habido una globalización en la industria gracias, entre otros motivos, a los festivales. De los certámenes de Cannes, Venecia, Berlín o San Sebastián han salido títulos como 'Parásitos' (rodada en coreano), 'Emilia Pérez' (español), 'Anatomía de una caída' (francés), 'Drive My Car' (japonés), 'Aún estoy aquí' (portugués) o 'Vidas pasadas' (chino). Ninguna estaba en inglés, pero todas acabaron nominadas a la Mejor Película. Este año, aumenta la lista de aspirantes: la española 'Sirât', la noruega 'Valor sentimental', la francoiraní 'Un simple accidente', la brasileña 'El agente secreto' y la surcoreana 'No hay otra opción' han comenzado su andadura en festivales europeos y todas tienen papeletas de terminar bien posicionadas en los Oscar. Hollywood cada vez mira más hacia Europa y Asia, dejándose seducir por dos continentes que producen y consumen cine de una forma muy diferente a la estadounidense. A pesar de los aparentes vetos al cine rodado en otros idiomas hasta hace sólo unos años, la Academia sí ha sido históricamente más flexible a la hora de encumbrar a cineastas extranjeros cuya obra admiraban . Así, nominaron a partir de los años 60 en la categoría de Mejor Dirección a autores de prestigio como el italiano Federico Fellini (cuatro veces), el sueco Ingmar Bergman (tres veces), el griego Costa-Gavras, el japonés Akira Kurosawa, el francés François Truffaut, el polaco Krzysztof Kieślowski o, claro, el español Pedro Almodóvar (por 'Hable con ella', en 2002). Sin embargo, rara vez aquellos títulos lograban la nominación a Mejor Película, a pesar de que lo habitual es que ambas candidaturas vayan de la mano. En total, fueron 32 los directores nominados hasta 2019 por largometrajes en otros idiomas (de un total de 449; es decir, el 7%) y sólo nueve consiguieron que su filme optara también a Mejor Película. Apenas un 28% de coincidencia entre ambas categorías, frente al 85,4% cuando la cinta estaba en inglés. Los actores han corrido algo más de suerte, pero siempre de forma excepcional. La histórica victoria de la italiana Sofía Loren en 1961 por 'Dos mujeres' la convirtió en la primera intérprete en ganar el Oscar por una película enteramente en un idioma que no fuera el inglés. Tras ella, llegaron varias nominaciones más para, entre otros, su colega Marcello Mastroianni, la sueca Liv Ullmann o unos cuantos franceses (Isabelle Adjani, Catherine Deneuve, Gérard Depardieu...). No fue hasta 1998, 37 años después, que se repetiría aquella hazaña con el triunfo de Roberto Benigni por 'La vida es bella'. El cambio de siglo trajo algún caso más, entre ellos Penélope Cruz con 'Vicky Cristina Barcelona' , pero no ha parecido asentarse hasta estas últimas ediciones. Recientemente, hemos visto cómo el lenguaje no era un impedimento para lograr el voto favorable de la Academia: la española Karla Sofía Gascón y la brasileña Fernanda Torres se impusieron este año a estrellas como Nicole Kidman o Angelina Jolie y las dejaron sin nominación, Zoe Saldaña ganó por 'Emilia Pérez' -rodada en español- y varios actores asiáticos (Youn Yuh-jung, Michelle Yeoh, Ke Huy Quan) han demostrado que pueden ganarle el pulso y 'arrebatarle' la estatuilla a los grandes nombres de Hollywood. Si se echa un vistazo a las primeras predicciones y apuestas sobre la edición de 2026, que se celebrará en tres meses, todo apunta a que la tendencia continuará asentándose y aumentando , para beneficio, por cierto, del cine español.