Durante meses, millones de espectadores siguieron su día a día en la casa de Guadalix de la Sierra. Su naturalidad, su humor y aquel carácter sereno lo convirtieron en uno de los concursantes más queridos de ‘Gran Hermano 6’. Pero, cuando todos esperaban verlo en platós, revistas o nuevos programas, Juanjo Mateo desapareció de la televisión. Dos décadas después, su vida transcurre entre vecinos, familia y trabajo en la provincia de Alicante, muy lejos del ruido mediático que un día lo rodeó.