El expresidente de Estados Unidos Bill Clinton ha roto su silencio y ha reaccionado con dureza a la publicación de nuevas imágenes vinculadas al caso Jeffrey Epstein incluidas en una reciente desclasificación ordenada por el Capitolio y difundida este viernes por el Departamento de Justicia. A través de un portavoz, el demócrata acusa a la Casa Blanca de estar utilizándolo ahora como chivo expiatorio y de intentar desviar la atención ante posibles revelaciones futuras relacionadas con Donald Trump . Las fotografías, difundidas el viernes, muestran a Clinton junto a Epstein y su novia y conseguidora, Ghislaine Maxwell, en distintos contextos sociales, entre ellos, una imagen tomada en una piscina subterránea en la que aparece también una mujer cuyo rostro ha sido tachado. Otras instantáneas lo sitúan en un avión privado con Michael Jackson y Diana Ross y hasta en una cena con Mick Jagger, Epstein y otras figuras públicas. El material fue divulgado como parte inicial de un paquete de documentos oficiales cuya publicación había sido reclamada por el Congreso tras un acuerdo entre republicanos y demócratas que se impusieron a Trump. Clinton ya tuvo sus escándalos sexuales por mantener relaciones con una becaria, Monica Lewinsky, en la Casa Blanca. El portavoz del expresidente, Angel Ureña, ha sostenido en un comunicado que la difusión de los archivos responde a una estrategia política . Según su versión, la Casa Blanca no busca depurar responsabilidades, sino protegerse ante lo que pueda salir a la luz más adelante sacando antes lo de Clinton. «Pueden publicar todas las fotos borrosas de hace más de veinte años que quieran, pero esto no trata de Bill Clinton», ha afirmado en la red social X. Clinton mantiene desde hace años que rompió toda relación con Epstein alrededor de 2005 , antes de que el millonario muerto se declarara culpable en Florida por solicitar servicios sexuales a una menor. Ureña ha insistido en esa línea al establecer una distinción entre quienes cortaron lazos antes de que se conocieran los delitos y quienes los mantuvieron después. «Estamos en el primer grupo», ha señalado. La polémica se intensificó cuando la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, compartió una de las imágenes en X. Desde el entorno demócrata se citan, además, declaraciones de la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, quien reconoció recientemente que Clinton no estuvo en la isla privada de Epstein en el Caribe, pese a las reiteradas afirmaciones en sentido contrario del presidente Trump. Los registros oficiales indican que Epstein visitó la Casa Blanca al menos 17 veces durante los primeros años de la presidencia de Clinton. Tras dejar el cargo en 2001, Clinton viajó en varias ocasiones en el avión privado de Epstein en desplazamientos vinculados a actividades de la Clinton Global Initiative en África y Asia. Hasta ahora, no ha sido formalmente acusado de ningún delito relacionado con el caso. La publicación de las imágenes coincide con la citación de Bill y Hillary Clinton ante el comité de supervisión de la Cámara de Representantes para declarar sobre sus vínculos con Epstein. Las comparecencias, aplazadas a enero, han añadido un nuevo elemento de tensión política a un caso que el presidente Trump ha utilizado de forma recurrente para atacar a figuras del Partido Demócrata.