Dejarse insultar

Ha levantado Lolita un pregón de queja en las redes, rogando que, si la injurian, no se embosque el gentío en el anonimato. Al menos. De modo que hay que enseñar un deneí previo, para opinar. Lo pide Lolita , y lo pediría cualquier cabal. Las redes son, hoy, un safari de bikinis o un pelotón de fusilamiento. Y el peatonaje mide la felicidad en likes, que es como decir que puedes medir la infelicidad en la contabilidad de cuántos te llaman gorda o facha, al día. Toda multitud es un anonimato , y por eso hay impunidad en gritar negro a un futbolista, o cabrón a un árbitro, y así ese graderío se traslada a las redes, que son... Ver Más