La Guerra de las Dos Rosas ha terminado. La corona de Inglaterra permanece ahora en manos de la casa York, victoriosa sobre los Lancaster. Impera la estabilidad. Pero Ricardo, el duque de Gloucester y hermano menor del rey Eduardo IV, es incapaz de disfrutarla. La aborrece. Esa quietud crepita dentro de él, como un incordio. «Ahora es el invierno de nuestro descontento convertido en glorioso verano por este sol de York; y todas las nubes que pesaban sobre nuestra casa yacen ahora sepultadas en el profundo seno del océano», exclama ante el público en el primer acto de la tragedia con la que Shakespeare explica el ascenso y la caída de un tirano en su tetralogía dedicada a Inglaterra. Ricardo... Ver Más