Dice una señora, sin dar su nombre ni la cara, que hace cuarenta años Adolfo Suárez abusó de ella. Ante tal afirmación anacrónica, sin aportar mayor prueba que su propio testimonio, podemos hacer dos cosas: creerla o no creerla. En ambos casos se trata de un acto de fe. Saber, lo que se dice saber, no sabemos nada. Supongamos que la creo. Que estoy convencida de que es cierto, que Adolfo Suárez abusó de ella desde 1982 hasta 1985 y que solo cuarenta años después ha encontrado la fuerza necesaria para hacerlo público. Muerto Suárez y prescrito el delito, el caso no tiene mayor recorrido en los tribunales. Eso no convertiría a Suárez en inocente de aquellos hechos, pero como... Ver Más