Desde la invasión a gran escala de Ucrania en el año 2022, Rusia no solo ha construido una vasta flota de petroleros para esquivar las sanciones occidentales y seguir exportando crudo desde el Báltico y el mar Negro, sino que ha convertido esa infraestructura logística en algo mucho más ambicioso . ¿Cuánto? Del tamaño de un viejo continente. La flota en la sombra. Según fuentes de inteligencia occidentales y ucranianas citadas por CNN, parte de esa llamada flota en la sombra está siendo utilizada como plataforma encubierta de espionaje y operaciones híbridas en aguas europeas. Hablamos de cientos de buques que navegan rutinariamente cerca de las costas de países de la UE y de la OTAN, generando ingresos de cientos de millones de dólares para Moscú mientras, al mismo tiempo, amplían el radio de acción de sus servicios de seguridad lejos del territorio ruso. En Genbeta La gente nacida entre los años 1950 y 1970 están en un "pico" de bienestar emocional que los diferencia de las generaciones jóvenes Tripulaciones “civiles” con un detalle. El patrón detectado por los servicios de inteligencia es revelador. Muchos de estos petroleros, registrados bajo banderas de conveniencia y con tripulaciones mayoritariamente asiáticas o africanas, incorporan justo antes de zarpar a uno o dos ciudadanos rusos adicionales. En los listados de tripulación aparecen como simples “técnicos” , pero sus antecedentes cuentan otra historia: antiguos policías, miembros de unidades especiales del Ministerio del Interior, veteranos del ejército ruso o exmercenarios vinculados a Wagner. A menudo son los únicos rusos a bordo y, según testimonios de pilotos marítimos daneses y observadores europeos, ejercen una autoridad que va más allá de la cadena de mando civil, llegando a imponerse incluso sobre el capitán del barco. Moran Security y la privatización. Buena parte de estos hombres estarían vinculados a Moran Security Group , una empresa privada rusa con profundos lazos con el FSB, el GRU y el ecosistema de contratistas militares del Kremlin. Moran fue sancionada por el Tesoro de Estados Unidos en 2024 por prestar servicios de seguridad armada a empresas estatales rusas, y su historial conecta directamente con Wagner y con operaciones en escenarios como Siria o Somalia. Su estructura corporativa (con registros en Moscú y en jurisdicciones opacas como Belice) y su perfil profesional, orientado explícitamente a reclutar veteranos de fuerzas especiales, encajan perfectamente en la lógica de la guerra híbrida : actores formalmente privados que permiten al Estado ruso operar con un alto grado de negación plausible. Espionaje y control interno. Las funciones de estos “técnicos” no se limitarían a proteger el cargamento. Fuentes ucranianas y occidentales sostienen que también supervisan a capitanes no rusos para garantizar que los buques actúan conforme a los intereses del Kremlin y que, en al menos un caso documentado, realizaron fotografías de instalaciones militares europeas desde uno de estos petroleros. Además, aunque los detalles son escasos, los servicios de inteligencia apuntan a que algunos de estos hombres han participado en actos de sabotaje . No se trataría de enfrentamientos directos, sino de acciones de bajo perfil diseñadas para recolectar información, generar incertidumbre y tensar los límites de la respuesta occidental. El caso Boracay. El petrolero Boracay ilustra bien esta dinámica. Sancionado, con cambios frecuentes de nombre y bandera, embarcó en septiembre a dos ciudadanos rusos en el puerto de Primorsk, cerca de San Petersburgo. Ambos figuraban como técnicos y eran los únicos rusos entre una tripulación de chinos, birmanos y bangladesíes. Coincidencia o no, su travesía por aguas danesas se solapó con una oleada de avistamientos de drones cerca del aeropuerto de Copenhague y de bases militares danesas. Días después, el buque fue abordado por la marina francesa frente a Bretaña por irregularidades en su documentación. No se encontraron drones a bordo, pero la presencia de los dos rusos salió a la luz y fueron interrogados discretamente. Para algunos analistas , la correlación temporal no prueba nada, pero para otros encaja demasiado bien con el patrón de pruebas y tanteos en la “zona gris”. Drones, sensores y algo nuevo. Más allá del Boracay, autoridades suecas y danesas han detectado en otros buques de la flota en la sombra antenas y mástiles que no suelen encontrarse en mercantes civiles, así como comportamientos hostiles hacia inspectores y una obsesión por fotografiar infraestructuras críticas. En un entorno como el Báltico, un cuello de botella estratégico rodeado de países de la OTAN, cualquier actividad anómala adquiere un peso desproporcionado . Para los servicios de seguridad europeos, estos barcos son plataformas móviles ideales: legales en apariencia, difíciles de interceptar sin una escalada diplomática y capaces de acercarse a puertos, cables, bases y aeropuertos sin levantar alarmas inmediatas. La guerra híbrida en el mar. Todo esto encaja con una estrategia más amplia que altos responsables de inteligencia, como la nueva jefa del MI6 británico , describen como pruebas constantes “por debajo del umbral de la guerra”. Drones cerca de aeropuertos, actividad agresiva en el mar, sabotajes discretos y espionaje encubierto forman parte de un mismo repertorio. La flota en la sombra no es solo un instrumento económico para sortear sanciones, sino una extensión del aparato de seguridad ruso, capaz de operar en un espacio donde las respuestas legales y militares occidentales son lentas y políticamente delicadas. En Xataka El mayor problema de Ucrania no es Rusia. Son tres países de Europa atrapados en un mecanismo perverso: las cuentas tipo C El dilema europeo. Europa se enfrenta así a una decisión incómoda . Interceptar buques sin seguro, con documentación dudosa o con personal armado a bordo podría frenar estas prácticas, pero también conlleva el riesgo de una reacción rusa directa . Como resume en la CNN un veterano piloto marítimo danés, ningún país pequeño quiere ser el primero en dar el paso. La respuesta, si llega, tendrá que ser colectiva. Mientras tanto, la flota en la sombra sigue creciendo y navegando , demostrando que para el Kremlin la guerra no se libra solo en Ucrania, sino también en los mares que rodean Europa, en silencio y con uniforme civil. Imagen | kees torn , Greg Bishop En Xataka | Durante años Europa se ha preguntado cómo detener a la flota fantasma rusa. Ucrania le acaba de mostrar el camino: con IA En Xataka | Una flota fantasma ha mapeado toda la estructura submarina de la UE. La pregunta es qué va a hacer Moscú con esa información - La noticia La flota fantasma de Rusia ha cambiado su modelo de negocio. El petróleo ha dado paso a un objetivo mucho más gordo: Europa fue publicada originalmente en Xataka por Miguel Jorge .