Los datos conocidos esta misma semana sobre el incremento de las agresiones sexuales en el ámbito estatal, proporcionados por el último informe elaborado al respecto por el Ministerio del Interior, y que hace referencia a estadísticas acumuladas a lo largo de 2024, no representan solo cifras alarmantes –por ejemplo, cada día se contabilizan hasta seis agresiones de esta índole a menores de 13 años o nueve varones son detenidos por violación cada jornada–; son, en esencia, un termómetro que mide la fiebre de una sociedad que aún no ha logrado sanar sus zonas más oscuras.