Como los pilotos de los rallies que llevan su patrocinio, Recalvi le ha cogido el gusto a las curvas y a la velocidad. El gigante gallego de la distribución de recambios y accesorios para la automoción no quita el pie del acelerador y cierra el año formalizando la compra de una participación mayoritaria de la firma portuguesa Bamboleo -uno de los principales operadores independientes del sector en territorio luso- y su división especializada en turbocompresores, Iberoturbo. La operación se anunció el pasado enero, en paralelo a la entrada en el capital de Recalvi de la gestora de fondos de capital privado catalana Abac. «La única forma de crecer es estar bajo el paraguas de alguien más grandes y es lo que hemos conseguido con el ingreso de Abac en nuestras empresas», contaba su director general, Chema Rodríguez, a FARO tras conocerse el acuerdo, en pleno baile de concentración del negocio de los repuestos.