Recalvi exprime su expansión en Portugal, donde alcanza una facturación de más de 60 millones

Como los pilotos de los rallies que llevan su patrocinio, Recalvi le ha cogido el gusto a las curvas y a la velocidad. El gigante gallego de la distribución de recambios y accesorios para la automoción no quita el pie del acelerador y cierra el año formalizando la compra de una participación mayoritaria de la firma portuguesa Bamboleo -uno de los principales operadores independientes del sector en territorio luso- y su división especializada en turbocompresores, Iberoturbo. La operación se anunció el pasado enero, en paralelo a la entrada en el capital de Recalvi de la gestora de fondos de capital privado catalana Abac. «La única forma de crecer es estar bajo el paraguas de alguien más grandes y es lo que hemos conseguido con el ingreso de Abac en nuestras empresas», contaba su director general, Chema Rodríguez, a FARO tras conocerse el acuerdo, en pleno baile de concentración del negocio de los repuestos.