Mientras comenzaba a sonar la música del espectáculo navideño de la bola de luz y sonido, una cuarentena de vecinos del Casco Histórico de Toledo convertía este sábado la plaza de Zocodover en escenario de protesta. Lo hacían, como cada semana desde el pasado 21 de noviembre, pero esta vez con un formato diferente: coplas y villancicos reivindicativos dirigidos directamente al alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez. La concentración, celebrada a las siete de la tarde, trasladó al corazón turístico de la ciudad las protestas que los residentes mantienen todos los sábados para denunciar la masificación durante la Navidad, exigir soluciones al Ayuntamiento y reclamar que las actividades se repartan por toda la ciudad, evitando que siempre recaigan sobre el mismo eje urbano, que estos días se vuelve prácticamente intransitable. Las letras no dejaron lugar a dudas. Los vecinos respondían así a las declaraciones realizadas por el alcalde el pasado martes, cuando atribuyó a las movilizaciones un supuesto interés electoral. La contestación llegó cantando: «No traemos reguetón; ni 'na' que se le parezca; les traemos unas coplas 'pa el' alcalde y pa su recua. Nuestro actual alcalde no nos quiere escuchar y nos acusa falsamente De interés electoral.». Y un estribillo repetido una y otra vez, coreado en Zocodover: «Ande, ande, ande, Carlos se emociona, gasta en las bombillas y no en las personas». En representación de los vecinos, Mari Carmen Zamorano respondió de forma directa a las acusaciones del alcalde. «En algo le tengo que dar la razón —admitió— y es que tendríamos que haber empezado a protestar hace mucho, mucho tiempo. Pero el detonante ha sido el adelanto de la Navidad una semana, una decisión de este equipo de gobierno que ha colmado el vaso». Zamora subrayó que no existe ningún interés electoralista detrás de las movilizaciones. «Nuestro interés es hacer más habitable nuestro barrio. Ese es el único interés real que tenemos. Y también que el alcalde nos reciba y nos conozca». Los vecinos reclaman que las fiestas se planifiquen pensando a la vez en quienes visitan Toledo y en quienes viven en él, y denuncian que muchas decisiones se toman, según relatan, «a una semana vista», sin medidas eficaces para evitar colapsos. Entre las propuestas que reiteraron durante la protesta figuran descentralizar los grandes eventos, evitar que Zocodover y las mismas calles soporten siempre toda la presión y llevar actividades a otros barrios, como Palomares, una zona que —recordó Zamorano— necesita impulso económico tras el cierre del hospital. «Toledo no es solo el Casco», insistió. «Si la Navidad trae un impulso económico, que lo traiga a toda la ciudad». Los vecinos plantean iluminar conventos, crear rutas alternativas como una feria del mazapán distribuida y evitar concentrar mercadillos, espectáculos y pruebas deportivas en calles estrechas y ya saturadas. También mostraron su preocupación por algunas medidas municipales recientes, como la megafonía instalada para advertir de posibles aglomeraciones. «Está bien advertir si ocurre algo, pero lo que queremos es que la aglomeración no se produzca», señaló Zamorano, que teme que mensajes por altavoz puedan generar incluso situaciones de alarma. Los residentes cuestionan además la contradicción entre limitar a 30 personas los grupos turísticos a partir de enero, mientras el propio Ayuntamiento organiza actividades sin control de aforo en los mismos espacios. «Pedimos sentido común», resumió. La concentración concluyó como empezó: cantando. Con letras que repetían que «lo nuestro es el barrio y no la lucha electoral», los vecinos dejaron claro que seguirán movilizándose cada sábado, con o sin villancicos, hasta que el Ayuntamiento adopte medidas reales. .