El mesías de Moncloa

Practico el optimismo, así que el relato tendrá formato alegórico. Deseo que les dibuje alguna sonrisa, aunque la verdad del hecho sea para llorar. Hay un césar de barro y cartón que se cree serlo. No es judío como Jesucristo. Ya le gustaría, pero se ha postulado como un gran antisemita. Fue concebido en un caserío vasco, sin ningún Espíritu Santo. Ocurrió por obra y gracia de unos antiguos pistoleros con la colaboración de extras imprescindibles de políticos vascos y catalanes. El burrito lo trajeron de Galapagar y la vaca es Hacienda que amamanta las prebendas de todos ellos. Aunque ahora los jueces y la UCO han descubierto que, en realidad, la epifanía se produjo en un Peugeot. Los Reyes Magos que acompañaban la cabalgata hacia Moncloa eran un sátrapa, un putero, pajes fontaneros, lobistas... Un tal Zapatero ejercía de arcángel del belén, colgado en una pequeña gruta en forma de teta, llamada Maduro. Actúa de Virgen una señora que no es carpintera sino la hija de un dirigente de prostíbulos. Esta semana, el mesías asistió a un acto en Extremadura, donde ha dicho que realizará el milagro de los panes y peces consiguiendo que un candidato socialista consiga superar los votos de Guardiola. En una grotesca postal de Navidad, vemos a un grupo de aprendices de políticos. De forma disciplinada se levantaban con entusiasmo a aplaudir en los momentos álgidos de la Anunciación. El mesías dijo que los diez mandamientos se resumen en amarle a él como a nosotros mismos. Que creamos en su testamento porque a España le conviene. Está dispuesto a permanecer en su Getsemaní, sufriendo por nosotros y nuestra salvación. Ha mandado a sus Reyes Mágicos desde Hacienda con una cabalgata de obsequios que se comprarán con una deuda pública monumental Porque cuando venga su crucifixión lo pagaremos todos con nuestros impuestos en su honor. Su misericordia infinita nos colmará de parabienes para que circulemos gratis, trabajemos menos, con aguinaldo pactado con un tal Bildu entre otros. Y se ha comprometido en seguir siendo un ejemplo de feminismo con representantes en forma de ábalos. Fascinante, si no fuera porque todo esto no es más que una farsa delirante de un personaje instalado en una nube narcisista. Lo triste es que sus fieles que siempre se habían caracterizado por ser críticos. Rodeados de intelectuales que siempre han formado parte del elenco socialista, ahora se han convertido en monaguillos de una misa no se sabe si de difuntos o de gloria. Algunos en privado reconocen que el delirio está llegando demasiado lejos, pero la tela de araña del poder monclovita los calla. La nauseabunda colaboración de una TVE que miente, fabula y crea relato para su gloria. Riamos, seamos felices, solo es una pesadilla. Bon Nadal.