Bettino Craxi

El 19 de enero del 2000, a punto de cumplir 66 años, moría en Hammamet, Túnez, el ex primer ministro italiano Benedetto, ‘Bettino’, Craxi. Seis años antes había huido de la Justicia de su país por su implicación en la Tangentopoli (en italiano, tangente, soborno; polis, ciudad), una extensa red de corrupción que implicaba a partidos, grupos empresariales e industriales y a numerosas autoridades institucionales desde alcaldes a miembros del parlamento. Craxi fue condenado a 27 años de cárcel.El hijo de Vittorio Craxi y Maria Ferrari se involucró en la política con apenas 17 años apoyando la candidatura de su padre por el Frente Democrático Popular, una alianza de socialistas y comunistas, en las elecciones de 1948. En la universidad, Bettino desarrolla una intensa actividad política llegando a presidir las Juventudes Socialistas. En los años cincuenta es concejal del pueblo natal de su madre, Sant’Angelo Lodigiano y después del Ayuntamiento de Milán. En la década siguiente forma parte de la dirección del PSI (Partido Socialista Italiano) que le designa representante en la Internacional Socialista lo que le permite relacionarse con líderes como Willy Brand, Felipe González, Mitterrand o Soares. Después de la caída del Gobierno de Aldo Moro, en 1976, Craxi se convierte en secretario general apoyado por la vieja guardia del partido que le considera efímero y transitorio en el cargo. Tan erróneo resulta el análisis que Bettino alcanza la presidencia en 1983 y hasta 1987 al frente de una alianza de partidos, a derecha e izquierda, el Pentapartito, aun sin haber ganado las elecciones. Su exiguo 11 % de los votos le convierten en decisivo frente a las grandes formaciones para evitar la repetición de los comicios.