La vida después del centro de menas: «Esnifaba pegamento en Marruecos y ahora tengo una vida digna en España»

Mohamed tenía 7 años cuando empezó a subir y bajar cada día las cuestas que separaban su aldea, en la montaña marroquí de la ciudad de Tánger. A esa edad otros niños aprenden a escribir; él aprendió a sobrevivir . Dormía en estaciones de autobuses, pedía en los semáforos, vendía pañuelos y esnifaba pegamento para aliviar el frío y el miedo . Su padre había entrado en prisión —en una zona donde el cultivo de cannabis es prácticamente la única fuente de ingresos— y su abuela, la única que lo cuidaba, murió al poco tiempo. Con 6 años se quedó completamente solo. «Robaba si tenía que hacerlo, pero mi función principal era vender en los semáforos. Y esnifar pegamento… era... Ver Más