Extremadura afronta este domingo, 21-D, unas elecciones autonómicas históricas. Serán las primeras que se celebren de manera anticipada , con todo lo que eso conlleva, después de que la presidenta de la Junta, María Guardiola, pulsase el botón del adelanto electoral al no poder sacar adelante los presupuestos de la región de cara al año 2026 y ante el bloqueo de la oposición. Eran cuestas o urnas. Y fueron urnas. Cerca de 900.000 extremeños -890.697, concretamente- están llamados a las urnas este domingo en 388 municipios a lo largo de toda la comunidad autónoma. 26.000 lo hacen por primera vez en unos comicios autonómicos tras haber cumplido la mayoría de edad después del mes de mayo de 2023. Las puertas de los colegios se empezarán a abrir a las 8.00 horas para la correcta constitución de mesas. Será una hora después, a partir de las 9.00 horas, cuando los extremeños podrán ejercer su derecho al voto. Los colegios permanecerán abiertos, como es habitual, hasta las 20.00 horas. Será el momento para que, quienes forman parte de las mesas, puedan también emitir su voto. A las diez horas, desde el Centro de Difusión de Datos, se realizará la primera comparecencia de prensa para informar sobre la constitución de las 1.400 mesas que se reparten por toda la región. No será hasta las 14.30 horas cuando tengamos el primer avance de participación. El segundo llegará a las 18.30 horas. Cabe señalar que, en los últimos comicios extremeños, la participación subió tanto a mediodía como por la tarde. Se prevé, sin embargo, que haya una caída este domingo. Finalmente, tras el cierre de los colegios, se procederá al escrutinio. Al tratarse únicamente de dos circunscripciones electorales, Badajoz y Cáceres, y no confluir estas elecciones con las municipales, todas las previsiones apuntan a que podría haber resultados prácticamente definitivos, como muy tarde, a las 21.30 horas. También hay que tener en cuenta el censo de electores residentes ausentes, el conocido como voto CERA. Hablamos de más de 30.000 extremeños que podrán votar desde el extranjero. No se tendrá el resultado completo ni definitivo del escrutinio hasta días después. El voto por correo ha estado envuelto en la polémica en los últimos días de campaña tras el robo en una oficina de Correos en Fuente de Cantos, de la que fueron sustraídos 124 votos que después aparecieron calcinados junto a una caja fuerte. El Partido Popular espoleó la idea de un posible pucherazo asegurando que se estaba «robando la democracia», pero la Guardia Civil aseguró que todas las pesquisas apuntaban a delincuencia común. De hecho, la Junta Electoral estableció un procedimiento extraordinario para que los afectados pudiesen ejercer de nuevo su derecho al voto. 122 de los 124 afectados ya habían votado este sábado. No obstante, las propias cifras que dejan las solicitudes de voto por correo dan alguna pista sobre lo que puede ocurrir el domingo con la participación. Este año, 17.508 extremeños han solicitado votar por correo por los 34.533 que lo pidieron en 2023. Supone una caída de más del 49%. Podría entenderse si se tiene que en cuenta que más de un 40% de los universitarios extremeños estudian fuera de la región. Este domingo, estarán de vacaciones y, por tanto, en casa. Los extremeños decidirán con sus votos el reparto de los escaños que conformarán la Asamblea de Extremadura. En concreto, serán elegidos 65 diputados . La Ley Electoral de Extremadura establece 20 diputados por provincia, entre Badajoz y Cáceres, como mínimo. El resto, se distribuye en función de la población. Siendo más grande la provincia pacense, el reparto se traduce en 36 diputados para Badajoz y 29 para Cáceres. En 2023, el Partido Socialista, liderado por el recientemente fallecido Guillermo Fernández Vara, ganó las elecciones, aunque empató a escaños (28) con el Partido Popular de María Guardiola. Los comicios fueron enormemente ajustados y permitieron que PP y Vox (cinco) sumasen la cifra mágica de los 33 escaños, que otorga la mayoría absoluta. Pese a las reticencias de Guardiola, acabó permitiendo la entrada de los de Abascal en su gobierno. El enfrentamiento entre las derechas, que ha dibujado un panorama de cierto bloqueo en Extremadura, motivó la convocatoria electoral, con la que Guardiola busca ganar, esta vez sí, las elecciones y alcanzar, por sí misma, la mayoría absoluta. Todos los sondeos le otorgan una victoria bastante holgada, pero ninguno le da 33 escaños ante una subida imponente de Vox, que podría duplicar su representación en la Asamblea de Extremadura. Ya en los últimos días, los populares han evitado hablar de mayoría «absoluta» y han centrado el discurso en buscar la victoria sobre las izquierdas. No es baladí. Si Guardiola no llega a los 33 escaños, pero suma más que las dos fuerzas de izquierda juntas, Vox tendría que oponerse frontalmente para que los populares no gobernasen. En el flanco de la izquierda, las encuestas auguran al PSOE el peor resultado de su historia con su líder, Miguel Ángel Gallardo, en la posición de mayor fragilidad que se le recuerda a un candidato socialista en Extremadura. Nada que ver con lo que fueron, en su día, Rodríguez Ibarra o el propio Fernández Vara. Su situación judicial, además de su polémico aforamiento -provocó que cinco compañeros renunciasen para entrar él en la Asamblea- le han dejado en una posición de debilidad fuera y dentro del partido, con el aparato de Cáceres en contra. Su imagen está enormemente cuestionada y ni siquiera las mejores previsiones evitarían un batacazo inédito del PSOE en uno de sus grandes bastiones. La situación la está aprovechando, más a la izquierda, Unidas por Extremadura -Podemos e IU-, con su candidata Irene de Miguel apuntando al mejor resultado de la coalición en la comunidad autónoma.