El fundador de la almazara de Muela, Mateo Muela, lideró en 1942 un proceso de perfeccionamiento de las técnicas tradicionales de cultivo y extracción del aceite de oliva. Más adelante, en los años 70, llegó la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente a la cultura de esta empresa. Esta sincronía entre modernidad y sostenibilidad le hicieron dar el salto a la producción y distribución. La empresa cuenta en la actualidad con más de 100 trabajadores y se dedica a la elaboración, envasado y comercialización de vírgenes extra y de todo tipo de aceites de oliva. Uno de sus elementos de diferenciación es la situación de sus 150 hectáreas de olivares en las Sierras Subbéticas, junto al comentado proceso de sostenibilidad que aplica a sus procesos de producción.