El imperialismo contra el derecho

Venezuela celebró unas elecciones llenas de sombras, sin garantías ni transparencia real. Es un hecho muy grave que merece críticas y exigencias políticas claras. Pero de ahí a someter a un país a un cerco constante de amenazas, sanciones y ahora incluso a un embargo respaldado por la maquinaria de guerra, hay un largo camino que debería pasar por la diplomacia y respeto al derecho internacional. Lo que se presenta como defensa de la democracia es, en realidad, un saqueo programado.