Astrain y su historia en el Córdoba CF: levantar pasiones lejos de El Arcángel

Entre López Silva y Caballero, con camisa y bermudas, luciendo esa sonrisa cargada de expectativas propia de los recién llegados, posó ante la cámara del fotógrafo una tórrida tarde de julio en El Arcángel como componente del primer trío de fichajes del club tras la llegada de Carlos González a la propiedad del Córdoba CF. «Es un tren que no podía dejar pasar», expresó Jaime Astrain Aguado (Madrid, 1988) unos días después, en el acto protocolario de presentación con la blanquiverde. Era la Liga 11-12, en los tiempos de Paco Jémez, un entrenador que volvía a casa –no era la primera vez y seguramente no será la última- para abanderar un proyecto deportivo salpicado de incógnitas. Astrain, un defensa central que había pasado por muchos equipos B –Atlético de Madrid, Pontevedra, Villarreal, Osasuna-, encontraba por primera vez en su carrera la oportunidad de integrarse en un A. Con 23 años, dejaba atrás el ecosistema de los filiales para abordar una prueba de madurez definitiva en una entidad con las presiones y exigencias del Córdoba CF, ansioso por crecer en Segunda División. Una aventura seductora en un entorno retador.