Muérdeme otra vez

Estaba yo pegándole duro al sánscrito, ideado para ser leído en voz alta y que tanto fascinó al físico Oppenheimer en Harvard, y que estudió con ahínco el poeta T. S. Eliot en la misma universidad e, incluso, enamoró a otro sanscritista vocacional, el novelista Aldous Huxley, cuando, de repente, pusieron en libertad a mi Leire del alma. ¡Qué alborozo! Bueno, también a Vicente Fernández, el ex de la SEPI (que no es una amiga de Anaís, Claudia, ni Jéssica, íntimas de Ábalos), y al socio de Cerdán, Antxon Alonso, por fin se van a poner las cosas en su sitio, mascullé, ¡mira que pensar, aunque solo fuera por un instante, que podrían haber cometido algún delito! Pero si Leire en aquel tiempo solo se dedicaba a participar en mesas feministas, y ahora vienen los fachas con estos infundios de las mordidas… No puedo menos que acordarme de la canción de Pablo Abatte, ‘Muérdeme otra vez’, cuando se le escucha me estremeces cuando me miras así/ traes calma cuando ya estás aquí/ se acelera el pulso al ritmo de tu piel/ junto a mí, al fin ya te tengo aquí. Y de los demás, qué decir, si solo pasaban por allí. Por si fuera poco, también detienen a los de Plus Ultra, previa entrevista de Rodríguez Zapatero con su CEO, Julio Martínez, y para más inri en los montes de El Pardo, por donde campaba Franco, ahora que celebra el Gobierno no sé qué de los cincuenta años de su muerte. Pero ZP no iba con sus hijas, que es importante dejarlo claro. Ahora, que el nombre de la aerolínea sea el del hidroavión que realizó por primera vez un vuelo entre España e Hispanoamérica, con el comandante Ramón Franco, uno de los cuatro tripulantes, es pura coincidencia que no debería ser sacada de quicio. Voy más lejos: no es verdad que estos compis encarezcan el precio de las cosas, desde la obra pública a los hidrocarburos, todo lo contrario, significan una nueva distribución de rentas, ¿y qué es el socialismo sino un nuevo reparto de rentas? En fin, estas cosas son elementales, y el que no las quiera entender allá él. De tres tramas tristes, nada, en todo caso no se quiere dejar a nadie atrás.