Comprar una vivienda nunca ha sido sencillo, pero ahora, hacerlo además en solitario, es un auténtico desafío. Con los precios inmobiliarios marcando en España máximos históricos y los salarios creciendo a un ritmo menor, asumir una hipoteca sin un segundo titular implica recorrer un camino mucho más complicado. Esta realidad, que afecta cada vez a más compradores, se resume en un concepto ya conocido en el ámbito financiero: la tasa single.