Rosario, una de las afectadas por el fin de su contrato de alquiler: «Llevo cuatro meses de baja porque esta situación ya ha podido conmigo»

Rosario prefiere no decir su verdadero nombre en público para que su hija, en las puertas de la adolescencia, quede al margen de su lucha externa e interna. Ella es una de las afectadas por la extinción del contrato de alquiler que firmó en la pandemia y que tiene una vigencia de cinco años. Charo es resuelta, una de esas 'buscavidas' que proliferan en Cádiz como respuesta desafiante a la miseria y escasez. Vive sola con su niña, trabaja por un salario de 568 euros, más los 400 euros del Ingreso Mínimo Vital, Asuntos Sociales le ha pagado durante meses 123 euros y el alquiler le sale por 657, así que da pie a imaginar los malabarismos que hace cada... Ver Más