No me gusta recurrir al discurso de la lucha de clases. La historia demuestra que cuando ese lenguaje se normaliza, las sociedades se radicalizan, se fracturan y terminan pagando costos demasiado altos. Tampoco creo ni remotamente en los modelos comunistas o socialistas. No han funcionado nunca desde el punto de vista del bienestar colectivo ni […]