Siempre hemos dado por hecho que reproducirse es parte esencial de la vida. Pero un nuevo estudio global sugiere justo lo contrario: no hacerlo podría alargar la esperanza de vida en cientos de especies, incluidos los humanos

Reproducirse siempre fue sinónimo de continuidad, pero quizá no de longevidad. Un análisis masivo que abarca más de un centenar de especies revela que bloquear la reproducción puede alargar la vida de forma significativa. La conclusión es incómoda, provocadora y obliga a repensar cómo envejecemos.