El Villarreal no pudo este domingo con el Barcelona, que se llevó los tres puntos de la Cerámica gracias a los goles de Raphinha, de penalti, y Lamine Yamal en un partido en el que los locales no supieron aprovechar sus grandes ocasiones y jugaron en inferioridad numérica desde el minuto 39. El partido que pudo ser en Miami y no fue tuvo de todo. En una primera parte frenética tuvo lugar el penalti a los doce minutos, fue anulado un gol en propia meta de Koundé y Renato Veiga fue expulsado por una entrada a Lamine. En la segunda, el Barcelona sentenció el partido en el minuto 63 para seguir más líder de la Liga, pero también perdió a Koundé por lesión. Lamine fue uno de los protagonistas del encuentro. Primero, él recibió la entrada de Veiga que terminó con la expulsión del jugador del Villarreal. A partir de esa jugada, Lamine Yamal recibió pitos cada vez que recibía el balón. Respecto a los pitos, el técnico Hansi Flick apuntó que la roja es clara (de Renato Veiga por una falta sobre el extremo). "A partir de ahí se focalizaron en Lamine, él marcó el segundo gol, así que es la mejor respuesta". Llamó la atención la celebración de Lamine Yamal llevándose los dedos a la boca simulando un silbido. Con estos tres puntos, el Barça ya aseguró que acabará la primera vuelta como campeón de invierno. El partido de esta tarde fue tema de discusión hace unos meses cuando se planeó que se celebrara en Miami. Nuestro compañero Dani Senabre hizo referencia a esta circunstancia a través de las redes sociales tras la victoria blaugrana: "El partido que “adulteraba la competición en Miami” acaba con el Barça ganando en Villarreal", y recuerda que esto ha sido "como en los últimos 20 años". Tras el parón de Navidad, el Barça volverá a jugar el sábado 3 de enero ante el Espanyol en el derbi.