Como un reloj suizo. Unai Laso y Jon Ander Albisu funcionan con precisión. El delantero de Bizkarreta-Gerendiain aprovecha la frescura del medio año de hambre de pelota y el zaguero de Ataun saborea las mieles de la pegada cuando tiene un delantero que trabaja, que le quita responsabilidad, aparta pelotas malas y le cede la oportunidad de lucir esos dos brazos largos, privilegiados, capaces de desmontar a cualquiera. Albisu, el pelotari más experimentado en el Parejas de cuantos están en liza, está reverdeciendo laureles cuando el otoño comienza a llamar a la puerta.